Los nuevos hábitos en la forma de trabajar nos ha llevado a salir de las cuatro paredes de la oficina tradicional. Ahora, se trabaja cada vez más en casa, en cafeterías, en trenes o aviones y en lugares pensados especialmente para ello, como los coworkings. Estos espacios compartidos, donde se reúnen teletrabajadores, freelances o departamentos pequeños de algunas multinacionales, han visto un crecimiento exponencial en los últimos años y cada vez son una opción más viable para las empresas más flexibles.

Uno de sus pilares fundamentales es asegurar que se mantiene la privacidad de la información que las empresas manejan dentro de sus instalaciones y generar un entorno tan protegido (o más) como las propias oficinas. La forma más habitual de trabajo en estos entornos es utilizar el ordenador portátil. Esto implica utilizar dispositivos distintos a los que viven a resguardo en las redes seguras de la oficina, sobre todo cuando el dispositivo es del trabajador.

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Aunque los coworkings son responsables de buena parte de la seguridad, hay algunas medidas que están solo en manos de los usuarios. Nadie puede cuidar a tu portátil por ti: el dispositivo es la puerta de acceso a la información de la empresa. Una de las principales amenazas a la ciberseguridad de una compañía son los malos hábitos de sus trabajadores: tener contraseñas simples o no instalar las actualizaciones son solo dos ejemplos. Abandonar el dispositivo encima de la mesa sin supervisión es otro.

Pero incluso cuando estás utilizándolo las miradas indiscretas sobrevuelan tu escritorio. Hay curiosos en la mesa de al lado mientras tomas un café y te pones al día con las tareas. Para evitar que tu información sea de dominio público por las miradas ajenas, hay dispositivos que incorporan herramientas específicas. Es el caso de la gama HP EliteBook, que permite activar el sistema HP Sure View pulsando una sola tecla. En ese momento, la pantalla cambia su polarización y hace imposible la visión en un ángulo de 30 grados. Es un sistema similar al que utilizan las pantallas de los cajeros automáticos. El contenido de la pantalla solo se ve si se mira de frente.

A pesar de que los coworkings dedican muchos recursos a la seguridad, sabemos que la protección 100% es imposible de alcanzar. Por eso es importante tener un equipo que esté preparado y pueda responder de forma eficiente para que los ataques no sean perjudiciales. La gama HP EliteBook incorpora la herramienta HP Sure Run que, cuando detecta una amenaza, verifica que todos los archivos o claves de registro asociadas se encuentren en buen estado. Esto ayuda a mantener los procesos importantes en funcionamiento, incluso si un malware intenta dejarlos fuera de servicio. Esta herramienta está respaldada por el HP Endpoint Security Controller, un componente de hardware exclusivo en esta gama de portátiles que permite asegurar que la herramienta se mantenga en funcionamiento.

  • No estás solo en esta lucha
Antonio González, director general de Impact Hub Madrid.

Los usuarios deben poner de su parte para protegerse pero, en este caso, los coworkings contribuyen a reforzar la seguridad.  “La ciberseguridad es clave en un espacio de coworking”, asegura Antonio González, director general de Impact Hub Madrid. “Estos espacios deben tener redes wifi con seguridad muy alta, conexiones distintas, con firewalls diferentes y sectorizadas, de forma que si hay algún problema de seguridad, solo afecte a una parte de la red, manteniendo las otras en perfectas condiciones”. Pero muchas organizaciones necesitan otros requerimientos de hardware y seguridad. Por eso, también es necesario ofrecer redes privadas con sistemas de seguridad a parte de los que se ofrecen en general.

  • Seguridad e innovación

Esta propuesta de protección se está convirtiendo en un punto clave porque cada vez hay perfiles más distintos de trabajadores que optan por el coworking. “Estos entornos han supuesto un fenómeno de cambio global de las formas de trabajo”, explica González. Este centro forma parte de una cadena de espacios compartidos que busca facilitar los procesos colaborativos y las relaciones transversales, “la base para generar innovación”, asegura González. “En estos entornos es más fácil estar abierto a relaciones con otros actores. Los productos innovadores surgen de procesos creativos donde te conectas con gente diferente”.

En estos entornos se entremezclan emprendedores y startups con teletrabajadores de empresas más grandes. Según explica González, el perfil ha ido cambiando hasta multinacionales que traen a equipos durante un espacio concreto de tiempo: son proyectos consolidados que buscan estos espacios para alimentar procesos de innovación. “Eligen estos espacios también por la infraestructura: hay disponibles herramientas mejores y más diversas que las que puedes tener en casa o incluso en una oficina convencional”. Y pueden usarlas en función de sus necesidades.

Fuente: El País