Más de la mitad de las mujeres millennials que utilizan redes sociales han recibido alguna vez una imagen explícita de cuerpos de hombres desnudos, según una encuesta realizada en 2017 por la consultora internacional YouGov. Esas imágenes llegan de desconocidos, a través de aplicaciones de mensajería o de citas y de cualquier red social. Llegan sin aviso, sin que haya habido una conversación previa o después de que ella haya dejado algunos mensajes sin contestar. Normalmente, son interpretadas como una forma de llamar la atención y de acoso. La misma encuesta encontró que más del 75% de las destinatarias de estas imágenes no habían pedido que les mandaran esos desnudos. Sin embargo, menos del 25% de los hombres encuestados admitieron haber enviado tales fotos.

Se trata de una práctica tan extendida que algunas aplicaciones sociales ya están tomando cartas en el asunto utilizando la inteligencia artificial. Bumble es una aplicación de citas —muy popular en Estados Unidos— donde las mujeres deben dar el primer paso para interactuar con los hombres a los que conocen. Ahora está introduciendo medidas de seguridad para abordar el problema a través de un algoritmo que se encarga de reconocer y difuminar las imágenes lascivas y señalarlas para los usuarios. Tiene una precisión del 98%, según Bumble. Esta característica es una extensión de la tecnología que Bumble utiliza para identificar y bloquear fotos de armas de fuego y selfies sin camisa, que están prohibidos en la aplicación, según los informes de Inc.

«El envío de imágenes de desnudos explícitos es un problema global de gran importancia», asegura Andrey Andreev, presidente ejecutivo de Badoo, en un comunicado de prensa, según recoge The Lilly. Al fin y al cabo, afecta al bienestar de los usuarios en las redes y a la experiencia de usuario.  «Nos corresponde a todos los que estamos en el mundo de las redes sociales negarnos a tolerar comportamientos inapropiados en nuestras plataformas».

Whitney Wolfe, directora ejecutiva de la app Bumble, va un paso más allá y quiere que las personas que envían fotos de desnudos fuera de contexto enfrenten consecuencias que vayan más allá de ser bloqueado en las redes. Wolf ha estado trabajando con legisladores de Texas para adelantar un proyecto de ley que convertiría el envío de «material visual sexualmente explícito» no solicitado en un delito menor. El ayuntamiento de Nueva York también está considerando un proyecto de ley similar que haría que el envío de imágenes y videos no deseados e íntimos sea un delito menor, punible con una multa de hasta 900 euros y un año de cárcel.

Fuente: El País