Las imágenes de ropas destrozadas y colgadas a las puertas de una tienda se han hecho virales en las redes sociales de Francia. Una mujer colgó el pasado 4 de febrero fotos de decenas de prendas rasgadas y cortadas frente a una tienda de la cadena Celio en Rouen. Según se deducía por el estado de las prendas, habían sido inutilizadas intencionadamente, para evitar que pudieran ser aprovechadas si se sacaban de la basura. Alguien había cogido parte de esas chaquetas, pantalones y camisetas y las había colgado en el enrejado de la tienda, a modo de exposición.

La mujer que lo vio y lo inmortalizó, llamada según su perfil en Facebook Nathalie Beauval, puso fotografías y un mensaje en su cuenta: «Exposición de la basura Celio, calle de Gros Horloge en Rouen. (Artista desconocido). Celio tira su ropa no vendida. Hay personas que mueren de frío, que no pueden comprar ropa decente … y Celio tira la ropa», arrancaba su crítica. Recordaba que, a 30 metros de allí, había gente durmiendo en la calle.  «¿Hasta dónde llegará nuestro mundo en el vil? ¿Tiramos cosas en lugar de darlas a quien lo necesita y deberíamos encontrar eso normal? Y eso sin mencionar el desperdicio de recursos en el planeta que se saquean para tirarlos a la basura», criticaba. Pedía a los internautas que lo compartieran a modo de denuncia. Y así lo hicieron. En poco tiempo más de 20.000 usuarios compartieron el comentario y las imágenes.

Ante la indignación de los internautas, que criticaban la decisión de la empresa en medio de las nevadas y la ola de frío, Celio optó por contestar con un mensaje en su página de Twitter. Aseguró que los artículos «destruidos» eran piezas inservibles, con agujeros o taras. Y aseguró que ellos tienen un acuerdo con ADN (Agence du Don en Nature) para donar regularmente productos que se redistribuyen entre 750 asociaciones de Francia.

La explicación no ha convencido a muchos de los usuarios de Twitter, ya que según las imágenes, la ropa parece rasgada a propósito, con cortes largos y rectos (de navaja o tijreras) y rasgados en cada una de las prendas repartidos para que no sea utilizable. En declaraciones a la prensa local, que recoge la BBC, el personal de Celio en la tienda de Rouen aseguró que las ropas tenían daños causados por el agua, por lo que no eran aptas para la venta o la donación y por eso acabaron en la basura.

Fuente: El País