Los trabajadores de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo (León) y la multinacional danesa de aerogeneradores han llegado a un acuerdo sobre el ERE de extinción por el cierre de la instalación leonesa. El acuerdo incluye, según la empresa, un «ambicioso» plan de recolocaciones que implica la extensión de los contratos del personal indefinido hasta el 31 de diciembre de 2018 e indemnizaciones de hasta 67 días. El acuerdo cuenta con el apoyo del comité de empresa y ha sido ratificado por el 90% de los trabajadores de la fábrica.

Según han informado fuentes de la empresa, el acuerdo incluye un plan de recolocación doble: uno interno, con la posibilidad de reubicación en otras fábricas y centros de trabajo de Vestas dentro y fuera de España. Vestas tiene otras dos fábricas en España, una en Daimiel (Ciudad Real), que fabrica palas para los molinos eólicos, y otra en Viveiro (Lugo), que produce aerogeneradores, además de las oficinas centrales en Madrid. El plan externo es un acuerdo de 24 meses con una empresa de formación cuyo objetivo es la reinserción del 80% de la plantilla que participe en dicho plan.

El acuerdo incluye también la extensión automática de todos los contratos indefinidos hasta el 31 de diciembre. Cuando se extingan, los trabajadores recibirán hasta 67 días por año trabajado, dependiendo de cada caso, más un lineal (una cantidad fija) de 1.000 euros. Los que prefieran darse de baja voluntariamente antes del 31 de diciembre, recibirán la misma indemnización, pero con un lineal de 500 euros. Para los mayores de 54, el acuerdo contempla jubilaciones parciales, un plan de bajas incentivadas y un bono ligado a la reanudación de la producción, según ha informado la multinacional a través de un comunicado.

Con objeto de atenuar las consecuencias del despido colectivo e incentivar la reanudación de la producción en condiciones normales de clima social y calidad, Vestas también ha ofrecido un bono a la producción equivalente a 15 días de salario bruto por año de antigüedad.

«El resultado de las negociaciones ha sido satisfactorio para ambas partes y nos alegra mucho haber logrado un acuerdo con los trabajadores que permita atenuar el impacto del cierre de la fábrica a finales de año», dice en la nota el director de operaciones de Vestas Jean-Marc Lechêne. A lo que ha añadido que «cesar nuestra actividad en León con unas buenas condiciones de salida para el personal de Vestas ha sido siempre importante para la compañía».

Por otro lado, el plan acordado también contempla el compromiso por parte de Vestas de mantener en buen estado la planta tras darse por finalizada la producción en 2018, con el fin de favorecer la reindustrialización a través de un nuevo inversor. El Gobierno está buscando un nuevo inversor para que se haga cargo de la planta de Vestas y de esa forma “paliar las consecuencias” del cierre y “mantener las capacidades industriales” en la región, según apuntó la semana pasada el secretario general de Industria y Pymes, Raúl Blanco. La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha dicho este lunes que el próximo miércoles habrá una reunión con un inversor interesado en quedarse con la planta y ha asegurado que prevé firmar «en pocos días» con Vestas un plan de reindustrialización que sirva para paliar el cierre de la planta de esa multinacional en la localidad leonesa.

Fuente: El País