El presidente de Vodafone España, Antonio Coimbra, ha desmentido tajantemente que exista ningún tipo de negociación para su posible venta a MásMóvil, y ha denunciado que este tipo de especulaciones son “acciones teledirigidas” con el objetivo de “desestabilizar” la compañía en un momento en el cambio de rumbo estratégico está dando ya sus primeros resultados positivos. La operación también ha sido desmentida por MásMóvil

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En un mensaje interno remitido a los empleados de la compañía, el máximo responsable de la operadora desliza que grupos financieros cercanos a su rival tratan de sacar partido filtrando una presunta operación de venta de activos sobre la que no ha habido ningún tipo de conversación, ni con la filial de España ni con el grupo mundial con sede en Reino Unido.

“Se desprende por el contenido y las fuentes de la noticia que existen ciertos grupos financieros, interesados y cercanos a MásMóvil, que están especulando con una potencial operación corporativa. Nuestra contestación es clara: no tenemos interés. (…) Sé que me uno a todos vosotros en el sentimiento de perplejidad y también de repulsa hacia este tipo de acciones “teledirigidas” y con un claro factor de desestabilización”, dice Coimbra a sus empleados.

De esta forma, Vodafone niega la información que publica este miércoles El Confidencial, en la que se señala que MásMóvil se ha lanzado a la compra de la filial española de Vodafone por 6.000 millones de euros en una operación promovida por Goldman Sachs, financiador del cuarto operador del país. La información, que cita “fuentes próximas a las conversaciones”, señala también que McKinsey ha elaborado el plan estratégico para calcular las sinergias de la posible integración, que alcanzarían los 2.000 millones.

MásMóvil también ha desmentido que esté preparando la compra de Vodafone España y que haya contratado a ningún asesor para explorar alguna operación corporativa por su rival. “En respuesta a rumores especulativos respecto a una posible transacción, MásMóvil informa de que no está inmerso en ningún proceso de adquisición, fusión o cualquier otro tipo de transacción corporativa con Vodafone España”, ha señalado este miércoles el cuarto operador móvil en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Según El Confidencial, MásMóvil propuso la operación a Vodafone el pasado verano y el grupo británico la rechazó, para reclamar 8.000 millones por su negocio en España, 600 más de los que pagó en 2014 por ONO.

Coimbra reclama a la plantilla que no se dejen distraer por este tipo de noticias un año más tarde de adoptar “decisiones críticas», ante las que, según el directivo de Vodafone, se enfrentan ahora sus competidores. «Las tendencias están siendo positivas y el tiempo nos está dando la razón en muchos sentidos”, añade.

Vodafone España fue el primer operador en renunciar al fútbol por su alto coste. Meses después anunciaba el cambio a los planes Ilimitados que incluyen datos y llamadas sin límite para sus líneas móviles, encendía el 5G, y realizaba una fuerte apuesta por el cine y las series en su oferta de televisión. En enero, además, culminaba un expediente de regulación de empleo (ERE) para el 20% de su plantilla (1.000 empleados).

En su primer semestre fiscal (abril-junio), Vodafone registró una caída de la facturación en España en un 10%, hasta algo más de 1.000 millones de euros, lastrada en parte por su renuncia a emitir el fútbol. Afectado por esa misma decisión, en su último ejercicio fiscal, cerrado en marzo, la facturación descendió un 5,5% y el resultado bruto de explotación un 24%. No obstante, Coimbra señala en su misiva que en el segundo semestre se están recuperando tanto el Ebitda como los ingresos.

Problemas para la operación

MásMóvil se ha mostrado muy activo en los últimos años en su crecimiento mediante operaciones corporativas como la compa de PepePhone y la de Yoigo, y de otros operadores menores. No obstante, la adquisición de Vodafone presentaría un doble problema del coste de su financiación –la capitalización bursátil del grupo es de 3.000 millones, la mitad de la presunta oferta- y las trabas que pondrían las autoridades de competencia tanto en España como en la Unión Europea, como ya sucedió con la compra de Jazztel por Orange.

Fuente: El País