En un comunicado remitido a última hora de este jueves, el Consejo de Supervisión de Volkswagen anuncia el nombramiento de Diess como nuevo hombre fuerte del grupo. “Mi tarea más importante será hacer esfuerzos para unir a nuestro equipo de gestión y nuestro grupo de trabajo para avanzar hacia un proveedor de movilidad sostenible que sea rentable y con un liderazgo mundial”, afirma Diess en el comunicado.

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La empresa llenó de alabanzas al hombre al que acababa de destituir. “Matthias Müller ha hecho un trabajo espectacular. Asumió la presidencia en el otoño de 2015, cuando la compañía afrontaba el mayor reto de su historia [en referencia al dieselgate]. Él se aseguró no solo de que el grupo volviera a la senda adecuada, sino que lo ha hecho más fuerte que nunca”, aseguró en una nota de agradecimiento el presidente del Consejo de Supervisión, Hans Dieter Pötsch.

El español Francisco Javier García Sanz, tras 17 años como vicepresidente de compras mundial y el miembro más antiguo en el Consejo, también abandona el grupo. Será remplazado por Ralf Brandstätter.

Otro vuelco en la cúpula llega con la decisión de apartar del Comité Ejecutivo a Karl-Heinz Blessing, hasta ahora jefe de personal, y nombrar en su lugar a Gunnar Kilian, un ex periodista que hizo carrera en el comité de empresa del grupo. Kilian tiene una excelente relación profesional y de amistad con Bernd Osterloh, el poderoso jefe del Comité de Empresa y miembro del Consejo de Supervisión.

La designación de Kilian encierra una negociación interna de una máxima importancia que deja al desnudo el poder del Comité de Empresa. El nuevo presidente de Volkswagen nunca tuvo una buena relación con Osterloh, cuyo voto puede influir en las decisiones que se adoptan en el Consejo de Supervisión. Según el periódico Bild, Herbert Diess recibibó el voto de Osterloh para ser designado presidente únicamente gracias al nombramiento de Kilian en el Comité Ejecutivo.

Volkswagen había anunciado el martes de forma sorpresiva una radical restructuración en la cúpula directiva del grupo, pero el lenguaje utilizado era ambiguo y no daba nombres. La prensa reaccionó de inmediato al leer en el comunicado que Müller había dado su consentimiento a los cambios anunciados.

La decisión se adelantó un día tras el impacto que causó el comunicado en los medios alemanes y algunas filtraciones interesadas que sugerían que la decisión de destituir a Müller ya estaba tomada hace semanas. El cambio se iba a decidir hoy en la reunión del Consejo de Supervisión en Wolfsburgo y buscaba acabar con los rumores y devolver la tranquilidad al grupo automovilístico.

Nuevos desafíos

Los nuevos nombramientos buscan impulsar un cambio radical que potencie el poderío de Volkswagen y, al mismo tiempo, haga posible que el grupo afronte con mayor facilidad desafíos como la construcción de coches eléctricos e híbridos.

El consorcio se dividirá en seis áreas de negocio y, aparte, la región de China. Las divisiones de camiones y autobuses serán unificadas para formar una sociedad que saldrá a Bolsa, previsiblemente en la primavera del próximo año. Diess, el actual jefe de la marca Volkswagen, además de asumir la presidencia del grupo, supervisará directamente en el Comité Ejecutivo las áreas de Desarrollo e Investigación y de Tecnología de la Información del vehículo, según anunció el comunicado.

La reagrupación de las marcas del grupo pone todo el poder en manos de Diess, que seguirá controlando la marca Volkswagen. Rupert Stadler, jefe de la marca Audi, también será responsable de Ventas del grupo y Oliver Blumen, jefe de Porsche, estará a cargo de la producción.

El español García Sanz dejará también la empresa

La decisión de renovar la cúpula directiva también afecta al miembro más veterano del comité ejecutivo. Después de ocupar el cargo de vicepresidente de compras mundial durante 17 años, el español Francisco Javier García Sanz será remplazado por Ralf Brandstätter, actual jefe de compras de la marca Volkswagen. El comunicado insiste en que García Sanz abandona la compañía “por petición propia”.

Según informaciones de varios medios alemanes, García Sanz habría caído en desgracia por haber presentado abultados gastos de representación y por haber utilizado los aviones de la compañía para uso privado. Estas informaciones añaden que el ejecutivo español había señalado que no deseaba trabajar a las órdenes de Diess.

En los casi tres años que trabajó como jefe de la marca Volkswagen, Diess logró mejorar la imagen y ventas de los modelos Golf y Passat, impulsó la renovación de los todoterrenos. Además, apostó por subir la fabricación de coches eléctricos e híbridos. Antes de abandonar BMW, Diess era considerado como el padre del modelo eléctrico BMWi.

Fuente: El País