El presidente de Grupo Volkswagen en España, Luca de Meo, ha reclamado hoy al Gobierno español un «marco estable» para la industria de la automoción, a la vez que ha reclamado que mantenga una posición de «neutralidad tecnológica» respecto a las diferentes motorizaciones que puedan servir las diferentes marcas en España. Su petición llega meses después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobara el anteproyecto de ley de Cambio Climático, que prevé impedir la matriculación de vehículos que emitan dióxido de carbono a la atmósfera (diésel, de gasolina e incluso híbridos) a partir de 2040 y a las puertas de la campaña de las elecciones generales del 28 de abril.

La petición de De Meo ha sido acompañada por una afirmación del consejero delegado de Volkswagen en España, Francisco Pérez Botello, quien ha asegurado que las dudas acerca del futuro del diésel, de las que el sector acusa al Ejecutivo, han provocado que se hayan vendido 25.000 vehículos menos de lo previsto. El directivo ha considerado «injusto» el trato dado al diésel en los últimos meses.

«España tiene una industria del automóvil modélica y tenemos el reto de continuar con el milagro de la industria automovilística española, por lo que pedimos un entorno estable, bajo la premisa de la neutralidad tecnológica», ha afirmado De Meo, quien ha sugerido una transformación y rejuvenecimiento del parque del automóvil en España a dos velocidades. Por un lado, los ciudadanos con mayor poder adquisitivo, que podrán entrar en el vehículo eléctrico. La otra parte contribuirán a la reducción de emisiones a través de coches con motores de combustión interna más eficientes. «Cada tecnología puede ser la más eficiente si se utiliza en los recorridos adecuados», ha dicho.

El máximo responsable de Grupo Volkswagen en España ha subrayado que los inversores necesitan «transparencia, estabilidad y [un escenario] business friendly» para destinar inversiones a las plantas españolas. Se refería, en concreto, al consorcio Volkswagen, del que ha dicho que en un plazo de entre 18 y 24 meses deberá decidir la inversión que realiza en sus dos fábricas españolas, la de Seat en Martorell (Barcelona) y la de Volkswagen en Pamplona. Ha señalado que en ese ciclo de inversiones estarán en juego «miles de millones de euros». Para el periodo 2015-2019, el grupo planteó una inversión de 4.200 millones de euros en España.

De Meo ha demandado una política que facilite las inversiones en España, pero ha declinado expresar cuáles son sus preferencias. Para ello, ha dicho, está trabajando la patronal de fabricantes, Anfac, en una plataforma de demandas para el gobierno que pueda salir de las próximas elecciones. Si se consiguiera un escenario favorable, ha dicho, «podríamos convertir a España en un servidor de movilidad de futuro». En ese sentido, ha reflexionado la necesidad de generar un sistema en torno a la automoción que aglutine al sector del automóvil y a otros sectores tecnológicos, además de administraciones.

«Se tiene que decidir si protegemos al 10% del PIB», ha dicho De Meo. En un acto conjunto con los máximos responsables de las diferentes compañías de Volkswagen en España, el grupo ha sacado pecho de su importancia en la economía española, de la que calcula que aporta el 1,5% del PIB. Su cifra de negocio conjunta asciende a 18.465 millones de euros, un 6,2% más, y genera 3.200 empleos Sus exportaciones, por un importe de 11.211 millones de euros, supusieron el año pasado el 3,9% del total de las ventas españolas al exterior.

Fuente: El País