Estados Unidos y China optan por dialogar en lugar de escalar la confrontación por el litigio comercial. La tregua entre las dos potencias económicas mundiales fue acompañada por un nuevo récord en el S&P 500, porque se elimina de momento un factor de incertidumbre para compañía multinacionales como Apple. La gran pregunta ahora es cómo afecta este desenlace en la estrategia de la Reserva Federal.

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El índice que integra las grandes firmas cotizadas estadounidenses llegó a subir un 1,1% en el arranque de la sesión, tras cerrar el primer semestre con un repunte del 17%, el mejor rendimiento desde 1997. El Dow Jones también lo hacía cerca de un 1% en los primeros compases de la jornada bursátil en Nueva York mientras que el Nasdaq lo hacía un 1,7%, impulsada por casi un 3% de Apple.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y el chino, Xi Jinping, acordaron seguir avanzando en las discusiones tras una reunión privada en el marco de la reunión del G20. Comparten que la solución al litigio no se alcanzará con una simple foto o con medidas radicales, porque el tramo final en este tipo de negociaciones es el más difícil. Esta actitud positiva provocó que el oro cayera un 2%, porque deja de ser refugio.

La discordia entre los dos países afectó especialmente a las firmas tecnológicas en el sector de los semiconductores, porque son las más vulnerables a los aranceles y por el temor a acciones de represalias por las restricciones impuestas a Huawei. Nvidia, AMD y Micron subían más de un 3%. También subían con fuerza valores industriales como el gigante de la maquinaria Caterpillar, que subía un 2%.

Los operadores del parqué neoyorquino explican que se trata de una reacción de alivio, porque no hubo sorpresas negativas durante el fin de semana. Sin embargo, como señalan desde Bank of America, es más que nada un aplazamiento. La entrada en vigor de nuevas medidas se evita de momento y eso contribuye a rebajar la presión. Pero indican que la “agresiva” política proteccionista de EE UU sigue activa.

El relajamiento de la tensión comercial con China, sin embargo, podría eliminar la urgencia para que el banco central de los EE UU proceda este mismo mes de julio a un recorte preventivo de los tipos de interés para alejar al máximo el riesgo potencial de una recesión. El mercado de deuda sigue apostando por el recorte. El tipo de las letras del Tesoro estadounidense a 10 años sigue rozando el 2%.

La gran dificultad para la Fed es donde marca la línea. La encuesta interna de los miembros indica como posibles dos rebajas este año, hay división. La baja inflación justificaría un abaratamiento del precio del dinero a final de julio y otra vez a final de octubre, según los analistas de JPMorgan. Pero aunque se abriera la puerta en la última reunión, no es algo que esté decidido y dependerá de los datos.

El respiro en el frente comercial, insisten los analistas, es temporal y recuerdan que Trump está convencido de que los aranceles funcionan políticamente entre su electorado. También recuerdan que la política de mano dura con China tiene amplio apoyo entre los demócratas, especialmente en el caso Huawei. Por eso desde UBS concluyen que el riesgo sigue ahí, aunque de momento se evita que vaya a peor.

Fuente: El País