La Inspección de Trabajo acudió este miércoles a indagar en el matadero Le Porc Gourment de Santa Eugènia de Berga (Barcelona) en el marco de una investigación sobre posibles contrataciones irregulares en el sector cárnico. Los inspectores acudieron acompañados de un amplio dispositivo policial al centro de trabajo, donde hay empleadas más de 500 personas. La presencia de la Policía Nacional, según fuentes de la Generalitat, obedeció a que tiene las competencias en materia de inmigración y la mayoría de trabajadores son extranjeros.

La inspección llega en plena movilización del colectivo Cárnicas en Lucha, que lleva ya años denunciando la precariedad que sufren los trabajadores de las salas de despiece de cerdos de Cataluña. Las condiciones laborales habían sido denunciadas en varias ocasiones y los medios de comunicación se habían hecho eco de los bajos sueldos y varios abusos. Hace unos días un programa de La Sexta volvió a denunciar la situación en un reportaje sobre el sector del cerdo.

El matadero despacha unos 13.000 cerdos al día y emplea, según la Generalitat, a unas 500 personas, la mayoría extranjeras (chinas, marroquíes, polacas, rumanas o del África Subsahariana). La mayoría de ellos están contratados en régimen de cooperativista. Esta figura permitía contratar a cientos de autónomos como si fueran indefinidos, con la diferencia que debían pagar una cuota para entrar, su cotización a la seguridad social y el material de trabajo.

Ante esa situación, el Parlamento catalán decidió cambiar la ley autonómica que regula a esos empleados para garantizarles un salario prefijado en convenio, el cobro de horas extras, vacaciones pagadas o su cobertura en caso de desempleo. Sin embargo, 28 trabajadores fueron despedidos de una cooperativa tras negarse a pasarse a otra sociedad gallega, no sujeta a la ley catalana y, por lo tanto, a esas condiciones. Esos despidos podrían extenderse a otros 500 empleados de la comarca, según la plataforma.

El conflicto en esa empresa viene de lejos. En marzo de 2016, un conflicto en el matadero Esfosa derivó en un gran conflicto entre la empresa y los trabajadores que se agravó por los insultos racistas y amenazas de uno de sus socios a los empleados, como explicó EL PAÍS. Ese encontronazo puso de manifiesto las condiciones en las que se hallan los trabajadores de esas empresas en toda Cataluña y derivó en acampadas de protesta en la entrada de mataderos como Le Porc Gourmet.

Fuente: El País