El desafío secesionista tuvo un impacto notable en el turismo en Cataluña, con descensos de llegadas de extranjeros en octubre (-4,7%), noviembre (-0,2%) y diciembre (-13,9%). La caída de turistas se notó muy especialmente en el sector hotelero de Barcelona, donde se pasó de batir récords en los primeros meses del año a desplomarse en el último trimestre. En comparación con los mismos meses de 2016, la ocupación se desplomó día tras día y la reacción de los hoteleros para estimular la demanda —sin demasiado éxito— fue bajar los precios. El resultado fue que se hundió el ingreso por habitación disponible (revPAR, en la jerga el sector), hasta un 24% en diciembre, según el barómetro de las consultoras Str y Magma. Según sus cálculos, los hoteles de la ciudad dejaron de ingresar 14 euros al día por habitación disponible durante el trimestre, lo que supone en total 50 millones de euros.

El rendimiento del sector hotelero se mide fundamentalmente en tres conceptos: ocupación (porcentaje de habitaciones ocupadas en un periodo determinado); ADR (average daily rate, tarifa media diaria) que es el precio de la habitación, que varía en función de la demanda (sube en temporada alta); y el revPAR, que es el ingreso por habitación disponible, que es el ingreso de un hotel en un periodo determinado dividido por su número de habitaciones. Cuanta más ocupación tenga, mayor revPAR, dado que las habitaciones vacías también se cuentan en este concepto.

Según los datos de Magma, Barcelona, al igual que el resto de destinos del Mediterráneo, marchaba a ritmo de récord hasta el mes de octubre, con crecimientos de la ocupación y de los precios de doble dígito en gran parte del periodo. Ni siquiera los atentados de La Rambla y Cambrils habían alterado esta buena marcha —de hecho, según la consultora, los últimos atentados en Europa apenas han tenido efecto en el turismo—. Pero tras el referéndum ilegal del 1 de octubre, la ocupación hotelera se desplomó. Ese mes, el de máxima tensión del desafío soberanista, la caída superó el 20% en algunos días, comparados con los mismos del año anterior. La respuesta del sector fue una rebaja de precios (ADR) que se tradujo en una caída del revPAR del 10,8%. Noviembre, un mes de cierta calma, con el 155 en marcha y a la espera de las elecciones del 21D, fue aún peor, con caídas más constantes de la demanda que condujo a una caída del revPAR del 12,3%.

Lejos de remitir, el desplome continuó en diciembre, el mes de las elecciones. Con niveles de ocupación de hasta casi el 40% inferiores y precios hasta un 50% por debajo de los del año anterior, el ingreso por habitación disponible se derrumbó un 23,9%. «En diciembre, la ocupación no llegó al 50%», ha señalado Javier Serrano, de Str. Según sus cálculos, los ingresos por habitación cayeron una media de 14 euros al día durante el trimestre. Multiplicándolo por el número de habitaciones en Bacelona (37.496, según el Gremio de Hoteleros de Barcelona), calcula que los hoteles de la ciudad dejaron de ingresar medio millón de euros al día durante el trimestre, en total unos 50 millones de euros, según ha explicado Javier Serrano, responsable de Str para España y Portugal. «Eso sin contar con lo que rodea al hotel, restaurantes, transporte, etc…», ha dicho.

Esa caída del último trimestre provocó que en el conjunto del año, el crecimiento del revPAr en Barcelona se quedara en el 9,6%, mientras que había acumulado un crecimiento medio del 16% en hasta septiembre. La ocupación media en el conjunto del año se situó en el entorno del 75%, con un precio medio de unos 150 euros y un revPAR de alrededor de 120 euros. Para el año que viene, las consultoras esperan que los indicadores de barcelona caigan o apenas crezcan en los primeros nueve meses y se recuperen al final, por comparación con las cifras de este año. No obstante, Serrano ha indicado el sector hotelero de la ciudad ha comenzado el año mejor de lo que acabó el pasado.

Buen año en España

El barómetro de Str y Magma refleja que 2017 fue un año muy bueno para el sector hotelero español, que registró niveles históricos en los tres indicadores básicos, pero sobre todo en los dos referentes a ingresos. La ocupación media de los hoteles españoles alcanzó el 74,6%, un 0,7% más que el año anterior y claramente por encima del 70%, que marca «la cifra mágica» del 70% a partir de la cual, como ha explicado Serrano, los precios empiezan a escalar. De hecho, así ha sido: el precio medio de la habitación (ADR) se situó en 114,41 euros, un 8% más que en 2016 y 20 euros más caros que en 2007. La elevada ocupación y los precios más altos elevaron un 8,8% el revPAR, hasta 85,29 euros. Para 2018, el pronóstico es parecido: aumento leve de la ocupación (+0,5%) y fuerte del revPAR (+7%).

«España ha aprovechado muy bien los buenos tiempos para hacer un reposicionamiento del sector», ha celebrado Bruno Hallé, socio de Magma, «subiendo precios y ofreciendo productos de gama más alta (hoteles de mayor categoría y más caros) y sin subir tanto la ocupación». Además, Serrano ha señalado que aún hay margen. «Francia o Italia tienen un precio medio sustancialmente mayor con ocupaciones sustancialmente menores, aún hay recorrido para maximizar el precio medio», ha explicado.

Buenas noticias para un sector que busca más rentabilidad sin llegar a la saturación que ya muestran algunos destinos. También de cara a la recuperación de otros destinos en el Mediterráneo que han sido competidores tradicionales de España. Así, según los datos de Str y Magma, el revPAR en Grecia ha crecido en 2017 más de un 20%, en Estambul un 34%, en Túnez un 37,6% y en El Cairo, un 80,4%. Eso sí, partiendo, sobre todo en los dos últimos casos, de «niveles muy bajos».

Fuente: El País