Bankia registró un beneficio neto atribuido de 575 millones durante los nueve primeros meses de 2019, lo que supone un descenso del 22,6% respecto al mismo periodo de 2018, debido al impacto de la caída de los tipos de interés, el menor resultado en la venta de las carteras de renta fija (ROF) y al repunte de las provisiones asociadas a la venta de carteras de créditos a pérdidas. Estos tres efectos hacen caer, un trimestre más, todos los márgenes de la cuenta de resultados.

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No obstante, el negocio puramente bancario o core (margen de intereses más comisiones menos gastos), alcanzó los 946 millones entre enero y septiembre, un 0,7% más que el mismo periodo del año pasado.

En la rueda de prensa de presentación de resultados, el consejero delegado, José Sevilla, admitió que el panorama previsto de tipos negativos durante varios años más, les obliga a «repensar su negocio». El euríbor a un año está en el -0,28% y el tipo oficial del Banco Central Europeo (BCE) en el -0,50%. Sevilla admitió que Bankia, cuyo negocio se desarrolla solo en España y en banca comercial, «es muy dependiente de la evolución del euríbor». Comentó que si los tipos de interés dejaran de ser negativos y pasaran «a ser tipos bajos, los resultados de Bankia se incrementarían en 500 millones más».

La rentabilidad sobre los recursos públicos de Bankia ha caído desde el 7,9% al 6%. Este es el problema de todo el sector financiero europeo, que aleja a los inversores y hunde sus cotizaciones. «Está claro que con los tipos negativos es complicado que los bancos alcen una rentabilidad del 10%, que es el objetivo porque es el coste de capital. Ante esta situación, tenemos que repensar el negocio con ilusión. Trabajaremos sobre un incremento de ingresos más que sobre una reducción de los costes porque esta labor ya la hemos realizado en el pasado». Sevilla no dio más datos sobre sus planes, ni si tienen pensado entrar en negocios parabancarios.

El mantenimiento de los tipos de interés negativos por más tiempo del previsto ha provocado que Bankia no cumpla su plan para 2020 en cuanto a los beneficios, aunque sí espera hacerlo en el reparto de dividendos. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri se ha comprometido a repartir 2.500 millones en dividendos en tres ejercicios, de 2018 a 2020.

No cobrar por los depósitos

Sevilla ha negado que la entidad vaya a cobrar a los clientes particulares por los depósitos, si bien ha confirmado que a las empresas sí que se les está repercutiendo, sea cual sea su tamaño. A diferencia del Banco Sabadell, que vio como algo «inevitable» acabar cobrando por los depósitos, el banco público afirma que su «intención es no repercutir el tipo de depósito a los particulares». Bankia comenzó cobrando por lo depósitos a las grandes empresas de tipo multinacional o a las vinculadas al mundo financiero, como las gestoras de activos o aseguradoras.

Preguntado por si algún competidor moverá ficha en este sentido, Sevilla ha dicho que no sabe qué hará el resto del sector, pero ha insistido en que «lo razonable es que con estos niveles no se repercuta a clientes particulares».

Sevilla se ha referido también al aumento del traspaso de depósitos a fondos. En su opinión, Bankia está ganado cuota debido a que venía de unos niveles de intermediación más bajos que la media, al tiempo que ha remarcado que no implica un aumento del riesgo para el cliente porque se realiza un exhaustivo perfil del carácter de cada uno.

Descarta las fusiones

El consejero delegado de Bankia ha subrayado que las especulaciones sobre una posible fusión entre la entidad parcialmente nacionalizada y Banco Sabadell o ING, o cualquier otro emparejamiento (BBVA, Caixabank) «no está ni encima ni debajo de la mesa».

La semana pasada, la firma de inversión Artisan Partners trasladó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), organismo a través del cual el Estado posee el 61,78% de Bankia, su oposición a una eventual operación de fusión entre la entidad parcialmente nacionalizada y Banco
Sabadell, asegurando que se sentiría más cómodo con ING, entidad en la que el fondo mantiene una posición del 5%.

«En cualquier caso, es su opinión sobre las cosas, al tener una participación en ING seguramente tienen una visión diferente a la de otros accionistas que no tengan esta posición», ha remarcado.

El consejero delegado de Bankia ha relatado que a lo largo del año se han escuchado posibles emparejamientos que lo único que demuestra es que «hay interés de consolidación». «Si no ha sido con Sabadell, ha sido con CaixaBank o con BBVA», ha apostillado.

Sevilla ha admitido que en el escenario de tipos negativos la consolidación es una «palanca» para mejorar los costes, pero ha aseverado que el objetivo de Bankia ahora es trabajar «en solitario» en la consecución de los objetivos de su plan estratégico para 2020.

«Hay algunos que piensan que una fusión con CaixaBank puede ser mejor, hay distintas opciones, yo lo dejaría ahí. Todo son pensamientos, interesantes y útiles, pero no dejan de ser ideas», ha precisado.

La entidad destaca que su margen, si se excluye el efecto de las operaciones financieras, sube un 1,8% hasta septiembre. Bankia también comenta la buena evolución de la actividad comercial y el impacto positivo de la contención de costes, en un contexto de mercado marcado por nuevas rebajas de los tipos de interés, que están situados en el -0,50%.

Esta circunstancia lastra el margen de intereses el más relevante de la cuenta, que sumó 1.520 millones entre enero y septiembre, un 1,4% menos que un año antes. La entidad ha subrayado que avanza en la estabilización del margen, que en el tercer trimestre del año se situó en 502 millones, con un alza del 1,5% sobre igual periodo del año pasado.

Morosidad del 5,5%

La actividad comercial continúa creciendo, con un alza del 1,3% en la formalización de nuevas hipotecas, de manera que el salto total de crédito no moroso alcanza los 107.200 millones. A la vez, la cartera de dudosos y adjudicados se ha reducido en 1.400 millones y deja la tasa de morosidad en el 5,5%.

Por su parte, la dotación a provisiones y otros resultados totalizaron un gasto de 384 millones de euros acumulado hasta septiembre (+14,5%), asociado al coste de las ventas de carteras de crédito y al deterioro de activos no financieros.

Entre enero y septiembre, Bankia avanzó de «manera importante» en la reducción de los activos improductivos y de la tasa de morosidad, al tiempo que mantiene la cobertura en un nivel «confortable», que se sitúa en el 53,7%.

En cuanto a los ingresos por comisiones, se mantuvieron estables durante los nueve primeros meses del año y alcanzaron los 796 millones de euros, con una «buena» evolución interanual de los ingresos en medios de pago (+9,6%) y en activos bajo gestión (+3,4%), según la entidad.

Además, el margen bruto se situó en los 2.546 millones de euros (-5,9%), mientras que los gastos de explotación se redujeron un 2,3% en los primeros nueve meses del año, hasta los 1.370 millones de euros, fruto de la materialización de las sinergias generadas tras la integración con BMN.

El margen bruto de clientes cerró el tercer trimestre del año en el 1,63%, por encima del 1,51% del mismo periodo del 2018, y la ratio de eficiencia de la entidad se situó en el 52,3%.

Fuente: El País