Bankia ha obtenido un beneficio neto de 541 millones de euros en 2019, lo que supone un 23% menos que un año antes, debido al impacto que ha tenido en su cuenta los tipos de interés negativos, que se ha reflejado en el menor resultado logrado con la rotación de carteras de renta fija, así como por las mayores provisiones realizadas para poder vender activos morosos que todavía acumulaba desde la crisis.

Todos los márgenes de la cuenta de resultados presentan caídas por estos motivos, mientras que el volumen de crédito desciende un 0,7% y los recursos de los clientes, entre los depósitos y los fondos de inversión, suben un 1,4%.

Una de las cuestiones clave de estos resultados es el efecto que tendrá en el reparto de los dividendos con la que Bankia devuelve parte de las ayudas del Estado recibidas en 2012. El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, indica en la nota de prensa que «con la sólida posición de capital, podemos anunciar nuestra intención de mantener el dividendo y abonar un total de 355 millones de euros a nuestros accionistas, que equivale a un 6,1% de rentabilidad por dividendo, calculado sobre la cotización de cierre de 2019. Damos así un paso más en la devolución de ayudas a los contribuyentes”, ha señalado.

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La retribución será de 11,576 céntimos por acción, lo que supone mantener la cuantía por título y elevar hasta el 65% el reparto de beneficios entre los accionistas, el denominado pay-out, la parte del resultado que se entrega a los accionistas.

Objetivo: 2.500 millones en dividendos

Bankia ya anunció en 2019 que no iba a alcanzar el beneficio de 1.300 millones de euros en 2020 por culpa del escenario de bajos tipos de interés. Sin embargo, la entidad se comprometió a cumplir con el objetivo de generar un exceso de capital de 2.500 millones entre 2018 y 2020, que se repartiría en dividendos a sus accionistas.

En septiembre pasado afirmó la entidad que en los últimos 18 meses ya había acumulado ya un exceso de capital de 1.137 millones de euros. En la nota de prensa de este martes Bankia no ha hecho mención de este objetivo. Estos planes se verían alterados si llegara una fusión con otra entidad o si Bankia fuera comprada por un rival, alternativas que manejan los analistas pero que rechazan por ahora desde el banco público. La entidad, recuerda en la nota, «prosigue con la devolución de ayudas públicas y superará los 3.300 millones retornados a los contribuyentes una vez se abone el dividendo».

También destaca que el resultado puramente bancario,»ha crecido un 3,5% en el año, hasta elevarse a 1.287 millones, tras estabilizarse los ingresos y reducirse los gastos en mayor medida de lo previsto». El banco ha elevado hasta 672 millones de euros la dotación de provisiones (+16%) para rebajar la morosidad hasta el 5% frente al 6,5% de 2018.

Bankia ha registrado un nuevo incremento del nivel de solvencia, hasta cerrar, por primera vez un ejercicio, por encima del 13%,“manteniendo así el liderazgo entre nuestros grandes competidores y muy por encima de las exigencias regulatorias”, afirma Goirigolzarri.

En su opinión “2019 ha sido el mejor año en términos comerciales desde la creación de Bankia y hemos mantenido el liderazgo en solvencia entre los grandes bancos españoles, muy por encima, además, de las exigencias regulatorias”. El consejero delegado, José Sevilla, añade en la nota que “en el último año hemos dado un gran paso en el cumplimiento de nuestro Plan Estratégico 2018-2020, tanto en lo que a cifras de negocio como a calidad del balance se refiere”.

Rebaja de la morosidad

Las fuertes provisiones y la mejora del ciclo económico han permitido que el volumen de activos improductivos (créditos dudosos y activos adjudicados) «se haya reducido en 8.400 millones en solo dos años, con lo que la tasa se ha reducido al 3,3%, muy próxima al 3% proyectada para final de 2020», según la nota. No obstante, la tasa de morosidad total es del 5%, en línea con la media del sector.

Por otro lado, la entidad afirma que más del 53% de los clientes son digitales y el 36% de las ventas se han realizado a través de los canales digitales, por encima ya de la previsión del Plan Estratégico. El saldo de crédito total no dudoso ha aumentado un 0,2% en el año y se sitúa en 106.700 millones, «por la pujanza dela financiación al consumo y a empresas». Las hipotecas se mantienen estables, con una concesión de 2.922 millones el año pasado, de las que el 48% se hicieron a tipo fijo.

Fuente: El País