Entre octubre y diciembre del año pasado la ocupación aumentó en 92.600 trabajadores y el paro cayó en 22.500 personas. Y ello a pesar de que los datos del cuarto trimestre del año siempre se caracterizan por ser peores al perderse el empuje de sectores estacionales como el turismo, la hostelería o la construcción. Es más: la cifra de creación de empleo es la mayor en un cuarto trimestre desde que empezó la recuperación. Habría que remontarse a 2006, en plena burbuja, para encontrar un cuarto trimestre mejor. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ya adelantó este lunes que esperaba una moderada aceleración del crecimiento una vez se habían despejado parte de las incertidumbres exteriores. Y estos números parecen certificarlo.   

No obstante, en términos anuales el mercado laboral prosigue con su gradual ralentización. En el conjunto del año 2019 se han ganado 402.300 empleos hasta los 19,96 millones. Se trata de una cifra todavía muy robusta pero inferior a los más de 500.00 que se han estado creando entre 2015 y 2018.

El desempleo desciende hasta los 3,19 millones desde los 3,3 millones del cierre del 2018. Unos 112.400 menos, muy poco comparado con las caídas de otros años de la recuperación. El año pasado bajó por ejemplo en 462.000 personas. La tasa de paro se sitúa en el 13,78% de la población activa frente al 14,45% anotado a finales del año anterior. Apenas mejora en seis décimas. El ritmo de caída del paro se reduce sustancialmente por la llegada de inmigrantes. La población activa ha crecido en los últimos doce meses en 290.000 personas. 

Las cifras coinciden con un 2019 marcado por la desaceleración económica y la incertidumbre exterior debido a las tensiones comerciales o el Brexit. También por un fuerte incremento de los costes laborales tras años de contención: han subido el salario mínimo un 22,3%, las cotizaciones sociales en unos 4.000 millones, los salarios en convenio un 2,3% y se ha introducido el registro de horas. 

De todo el empleo creado en 2019, 360.000 se correspondieron con el sector privado y 42.300 con el público. El número de contratados indefinidos aumentó en 414.200 personas, mientras que el de temporales disminuyó en 78.600. La industria se recupera y crea 54.400 empleos después de que destruyese 3.000 en 2018. Y la construcción pierde mucha fuerza: genera solo 4.000 trabajos, muy por debajo de los 136.300 creados en el ejercicio precedente. Los servicios continúan acaparando el grueso del empleo con 374.600 trabajadores más. En la agricultura se pierden 31.700 puestos. Y el número de mujeres ocupadas en España alcanza máximos históricos con 9,15 millones.

Sorprende además el extraordinario tirón de la Comunidad de Madrid en el cuarto trimestre del año. De los 92.600 nuevos ocupados, la región crea 78.400. En el último año casi todas las autonomías elevan su ocupación. Las mayores alzas se dan en Madrid (138.900 más), Cataluña (87.000) y Andalucía (45.000). Extremadura apenas mejora y Castilla-La Mancha pierde 5.900 empleos.

Fuente: El País