Barclays opta al final por llegar a un pacto con el Departamento de Justicia de Estados Unidos para revolver el litigio por el empaquetado y la emisión de deuda vinculada a hipotecas que eran insolventes. El grupo británico se compromete a hacer un desembolso por valor de 2.000 millones de dólares (1.623 millones de euros). Es el último banco que salda cuentas por los abusos que llevaron a la crisis financiera hace una década. Según su consejero delegado, Jes Staley, la sanción que les imponen es «justa y proporcionada».

La Administración que presidía el demócrata Barack Obama decidió en diciembre de 2016, en los últimos días de su mandado, demandar al banco tras su negativa a llegar a un pacto como hicieron otros gigantes de la industria. La acción era inusual, porque este tipo de expedientes se suelen resuelven en EE UU al margen de los tribunales para evitar un proceso que puede ser largo y costoso.

Tras tres años de investigación, el departamento que dirigía Loretta Lynch determinó que Barclays provocó miles de millones en pérdidas con un entramado que le permitió ofrecer a los inversores activos de deuda de baja calidad, que terminaron yéndose a pique cuando se derrumbó el mercado de la vivienda. El empaquetado de hipotecas basura se hizo entre los años 2005 y 2007.

Más de la mitad de las hipotecas que se utilizaron para estructurar estos activos eran insolventes. El valor total de estos paquetes de deuda tóxica ascendía a 31.000 millones. La demanda citaba a dos empleados como principales responsables de las operaciones que permitieron al banco comercializar estos activos, que pactan pagar también una suma combinada de dos millones de dólares.

El fiscal federal Richard Donoghue asegura que este pacto refleja el compromiso de las autoridades en EE UU para hacer que todos los bancos paguen por la “conducta fraudulenta” que llevó a la crisis. “La sanción es sustancial”, valora, al tiempo que señala que el hecho de que acepte pagar esta cantidad representa “un importante paso para reconocer el daño que causaron a la economía y los inversores”.

El grupo alemán Deutsche Bank pactó un pago de 7.200 millones horas después de que se presentara la demanda contra Barclays. El Departamento de Justicia también tenía entonces investigaciones abiertas contra Credit Suisse, que desembolsó 5.300 millones, y Royal Bank of Scotland por las irregularidades que cometieron al estructurar los activos de deuda que luego se negociaban en el mercado.

Fuente: El País