Cabify se esfuerza en ser reconocida como una empresa dialogante. La semana pasada lanzó una campaña publicitaria que llama en tono amigable a un acercamiento entre taxistas, políticos y empresas de movilidad para tratar de aflojar el pulso que mantienen los primeros y los operadores de licencias VTC. Ayer organizaron un primer encuentro con dichos actores como un primer paso en esa dirección. No asistieron representantes de los taxistas ni de la Administración. Si lo hizo la DGT, además de varias empresas (Uber, Car2Go, Cooltra, Emov y Ofo) y dos partidos políticos (PP y PSOE), entre otros.

El director general de Cabify en España, Mariano Silveyra, cree que hacía falta que alguien asumiera este compromiso. “Hay que afrontar los problemas que tiene la movilidad. Es importante que la gente entienda que todos somos responsables de esto”, asegura.

La mesa redonda organizada por Cabify reunió a 11 representantes del sector, entre los que faltaron los taxistas y la Administración.

El conflicto del taxi sigue igual que hace un año. ¿Qué estáis dispuestos a ofrecer para desbloquearla?

Lo primero es sentarse y hablar. Esto está empezando a pasar ahora. Necesitamos coordinarnos con el resto de players, pero sobre todo que la Administración se sume a la conversación. La idea es ir desarrollando acciones concretas que se puedan convertir el día de mañana en una reglamentación o una gran mesa de diálogo fomentada por la Administración. Si queda alguien atrás costará avanzar.

¿Alguna propuesta preliminar?

Tenemos un equipo conjunto trabajando en ello. Pero, por ejemplo, una opción sería vincular las licencias VTC a los vehículos eléctricos. Ya que hay tanto problema con ellas, ¿por qué no hacer que quien tenga coches 100% eléctricos pueda obtener una VTC?

¿Cómo habéis encajado el Real Decreto de diciembre, con el que el Gobierno limita la venta de licencias VTC y monitorizará las carreras?

Silveyra, ayer durante la mesa redonda con representantes de la movilidad organizada por Cabify.

El registro electrónico todavía se tiene que implementar. Estamos en conversaciones con Fomento para hacerlo de la mejor manera posible. Tiene todo el sentido del mundo que en 2018 los organismos de inspección tengan un dispositivo con el que saber si un vehículo que transporte pasajeros los ha recogido o no previa petición. Somos una empresa tecnológica, por lo que nos resulta mucho más fácil adaptarnos a ello que al restante 70% del mercado de VTC, que sigue estando compuesto por empresas tradicionales de vehículos de transfer al aeropuerto y demás.

En cuanto a la limitación en la venta de licencias VTC, eso sí está ya en vigor, aunque no nos afecta porque no tenemos [los coches de Cabify pertenecen a empresas de flotas]. Entiendo que haya algún empresario al que eso le haya hecho daño.

¿Cómo puede Cabify convencer al sector del taxi de que les conviene cooperar?

Ellos tienen tres alternativas para poder llegar al usuario: la mano alzada, la parada y la precontratación. Cabify en Sudamérica trabaja con la principal plataforma de taxis, que es Easy. Y funcionamos bien porque somos perfectamente complementarios. Los taxis, el carsharing y nosotros formamos parte de lo mismo. Espero que se den cuenta de que les necesitamos, porque por separado ninguno será capaz de absorber toda la demanda, que no deja de crecer.

Una propuesta para desatascar el conflicto con el taxi sería hacer que solo los coches 100% eléctricos puedan obtener licencias VTC”

La cuestión es que ellos han pagado cifras de seis dígitos por sus licencias mientras que las VTC todavía están en cinco.

Hay varias cosas que bloquean la situación, no solo lo de las licencias. También la informalidad que rodea al sector. La tecnología no solo te permite acercarte mucho al usuario, sino también tener un mayor nivel de transparencia. Al ser un activo tan regulado, las licencias acaban teniendo un valor quizás desorbitado. De hecho, con las VTC está empezando a pasar lo mismo: cada vez se paga más por una. Sería un gran error no haber aprendido la lección.

¿Cómo convencer a un taxista de que no sois competidores que han pagado menos que ellos para hacer casi lo mismo?

Las reglas del juego han cambiado y seguirán cambiando. La Administración tiene que hacer algo, eso está claro. No sé cuál es la solución para el tema de las licencias: si amortizarlas, si tomar medidas relacionadas con eso… También entiendo que quien compró un piso durante la burbuja y quedó malparado no puede contar con la Administración para que le salve. Este caso es parecido: la inversión en licencias de taxis ha sido brutal, con una rentabilidad enorme. Quizás haya un riesgo de que deje de salir a cuenta, pero desconozco qué medidas tomará el Gobierno para solucionar eso.

El problema es que venimos de una situación muy desequilibrada: había muy pocos coches para afrontar muchos clientes. Creo que la tendencia será un equilibrio mucho más lógico entre la inversión en el activo y el rendimiento que dé.

¿Seguís creciendo en facturación?

En 2017 crecimos un 500% en todo el mundo, en España muy cerca del 30%. Este año seguimos en un entorno del 20% o 30% mensual. Podríamos crecer más todavía: lo hacemos todo lo rápido que podemos dada la velocidad que nos permite la Administración en cuanto a la concesión de licencias VTC. Este año será atípico porque irán cayendo más licencias por procesos legales iniciados hace años.

Dadas estas cifras, el tiempo que tarde en resolverse el conflicto con el taxi corre a vuestro favor…

Totalmente, aunque los taxis no están perdiendo facturación. Muchas de las empresas de flotas que nos ponen sus coches también gestionan taxis, y nos consta que no les ha caído el negocio. El mercado cada vez crece más, así que es cierto que el sector del taxi está perdiendo tiempo para poder adaptarse y hacerse con la tecnología que le permita llegar a este nuevo pastel. Deben entender que el usuario está cambiando sus costumbres y que hay que darle lo que quiere.

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Fuente: El País