El 45% de los contratos de formación y aprendizaje en 2017 fueron para puestos de camareros, dependientes de pequeño comercio, peones y limpiadores, según un informe publicado este viernes por CC OO a partir de datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El sindicato denuncia que este tipo de contratos «no garantizan la formación ni facilitan la inserción».

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Los contratos para formación «se dirigen a cualificar a jóvenes con bajo nivel educativo», pero CC OO alega que «en la práctica se utilizan como un contrato barato, principalmente en pymes y micropymes de hostelería y comercio». El sindicato explica que en servicios se «sobreutilizan» los contratos formativos. En 2017 el sector aglutinaba el 92% de los contratos para la formación y el 80% de los de prácticas

Los contratos en prácticas y para la formación obedecen a distintos patrones. Los primeros están dirigidos a jóvenes con titulación superior y se realizan en grandes empresas para ocupaciones relacionadas con las matemáticas, las ciencias, tecnologías e ingenierías. Y los segundos se celebran sobre todo en pymes o micropymes del comercio y la hostelería.

El sindicato denuncia que la ley por la que se desarrollan los contratos para la formación y el aprendizaje (Real Decreto 1529/2012) «eliminó casi cualquier barrera objetiva o subjetiva para suscribirlos«. Se elevó de 25 a 30 años la edad máxima a la que se podía ser contratado, se eliminó la exigencia de que el contratado tuviera un nivel académico bajo, se dotó de una bonificación al 100% (75% empresas de más de 250) de las cotizaciones a la Seguridad Social y se permitió el encadenamiento de contratos siempre que no fueran para la misma ocupación.

«Hoy en día un licenciado puede ser contratado durante una año para aprender a ser camarero y luego ser contratado en la misma empresa para aprender a ser dependiente y más tarde para aprender a ser empleado de limpieza», denuncia el sindicato que añade que el aprendizaje «no es más que una coartada para subvencionar contratos precarios y que las academias privadas ganen dinero».

Caen los contratos de formación

CC OO argumenta que la evolución de los contratos de formación puede dividirse en tres etapas: de 2007 al 2012, cuando hubo 70.000 contratos anuales concentrados en el sector de la construcción y los trabajadores eran jóvenes de menos de 19 años sin titulación académica. Una segunda etapa, de 2013 a 2015, con más de 174.000 contratos en 2015. En su mayoría se realizaron en los sectores de comercio y hostelería y se elevó el nivel académico de los contratados y la edad: los menores de 19 pasaron del 71% al 14%.

Por último, en 2016 y 2017 entre el 40% y el 50% de losque tienen este tipo de convenio supera los 25 años y el número de contratos descendieron por debajo de los 50.000 (casi en un 300% en 2016) porque, según destaca CC OO, el Gobierno suprimió la financiación de la formación a distancia tradicional y la no acreditable.

«Cuando se reducen los estímulos económicos para los contratos formativos, mejoran sus resultados en términos de inserción laboral de jóvenes, pues las empresas no tienen incentivos para utilizarlos como contrato precario, y solo los usan para mejorar la cualificación», reza el informe. El sindicato calcula que el coste para las arcas públicas de este tipo de contrato entre 2013 y 2017 asciende a más de 1.893 millones de euros.

El informe muestra que el uso de contratos formativos está segmentado por tamaño de empresa. Así, las pymes hasta 25 trabajadores y los autónomos sin asalariados realizan el 81% de los contratos para la formación, mientras que las empresas con plantillas de más de 500 no llegan al 0,5% de la contratación. «Las grandes incorporan personal de alta cualificación, mientras que las pequeñas se inclinan por personal con menor cualificación o, simplemente, utilizan el contrato para la formación para reducir costes sin preocuparse demasiado de su dimensión cualificante», concluye.

Fuente: El País