Deutsche Bank, la principal entidad financiera de Alemania ha vuelto ser noticia a causa de una drástica medida adoptada por el Consejo de Supervisión de la institución en la tarde del domingo. Después de semanas de rumores sobre el futuro de John Cryan, que ejerció como presidente del banco en los últimos tres años, el Consejo anunció que había decidido cesar al banquero inglés, dos años antes de la finalización de su contrato.

Durante los tres años al frente de la institución, Cryan intentó cambiar el rumbo del mayor banco de Alemania, pero solo cosechó perdidas millonarias. En 2015, el banco registró pérdidas de 6.772 millones, al año siguiente 1.356 millones y en 2017 497 millones. Peor aún, en los últimos tres años las acciones cayeron un 60%. Pero a pesar del balance negativo, el ahora ex CEO del banco había autorizado el pago de bonus a sus empleados por un valor de 2.300 millones de euros, una medida que fue duramente criticada por la prensa.

MÁS INFORMACIÓN

Aún no está clara la razón por la cual el Consejo de Vigilancia decidió convocar a una reunión extraordinaria en la tarde del domingo para tomar una decisión que podría haber adoptado en una reunión ordinaria, pero el resultado del encuentro mostró que la dirección del banco no estaba en buenas manos y que había llegado el momento de llevar a cabo un cambio drástico para acabar con la crisis que arrastra desde hace años.

«A pesar de su relativamente corto periodo como consejero delegado, John Cryan ha desempeñado un papel crítico en los casi 150 años de historia de Deutsche Bank y ha sentado las bases para un futuro exitoso», señaló Paul Achleitner, presidente del Consejo de Supervisión de Deutsche Bank. «Sin embargo, tras un exhaustivo análisis hemos llegado a la conclusión de que necesitamos una nueva dinámica ejecutiva para el banco», añadió.

Para hacerlo posible, el Consejo cesó, junto a Cryan, a Marcus Schenck quien era también vicepresidente, responsable de la banca de inversión y para empresas. El nuevo CEO del banco será Christian Sewing un ejecutivo de 47 años, que ha hecho toda su carrera en Deutsche Bank. En 1989, Sewing ingresó como aprendiz a una filial del banco en Bielefeld y casi 30 años después se ha convertido en el presidente del todavía banco más importante de Alemania. Sewing había llegado al comité ejecutivo del banco el 1 de enero de 2015 y desde marzo de 2017 ocupaba el cargo de vicepresidente responsable del área de banca privada.

«En sus más de 25 años en Deutsche Bank, Christian Sewing ha demostrado ser un líder fuerte y disciplinado. El Consejo de Supervisión está convencido de que él y su equipo serán capaces de liderar con éxito a Deutsche Bank hacia una nueva era», dijo Achleitner, al referirse a las capacidades del primer alemán que dirigirá el banco en los últimos 16 años.

Recuperar «el hambre de negocio»

Inmediatamente después de haber sido nombrado nuevo consejero delegado, Sewing ha enviado en la mañana del lunes una carta a la plantilla del banco, donde ha dado a conocer cual será su filosofía y lo que espera de sus empleados. Antes que nada, Sewing desea que el mayor banco alemán recupere «su hambre de negocio» y que sus empleados recuperen la «mentalidad de cazadores», que les identificó en el pasado en relación al rendimiento de la entidad.

En la misiva, el ejecutivo también advierte que será inflexible sobre el programa de ajuste de costes de la entidad y ha recordado que el límite de costes de 23.000 millones «no es negociable». «Sabemos que con respecto a las ganancias, costes y estructura de capital debemos seguir cambiando», ha escrito y promete que deberá tomar decisiones duras para que el banco deje de registrar números rojos en sus balances anuales.

Sewing también le ha comunicado a sus empleados que es preciso aprender de los errores cometidos en el pasado y que el banco debe recuperar «velocidad». Para lograrlo ha prometido que llevará a cabo una revisión de los procedimientos internos con la meta de eliminar burocracia y duplicidades. «Tenemos que aumentar la rentabilidad en todos los sectores de negocio y poner el listón de nuevo más alto», ha exigido.

Fuente: El País