“Cuando recibisteis la primera moneda, que seguro os la dio algún familiar, tuvisteis que decidir si gastarla inmediatamente o guardarla para más tarde. Ahí ya entrasteis en el mundo financiero”. Así suele comenzar sus talleres para escolares el responsable de Educación financiera de la Fundación Cajasol, Francisco Galván. Convencido de que “la infancia es el momento del aprendizaje”, Galván defiende que “los niños y las niñas deberían acercarse al dinero y adquirir buenos hábitos para manejarse con él, como ahorrar para comprar cosas o hacer un presupuesto para conseguir algo, entre otras tareas”. En este 1 de octubre, Día de la Educación Financiera, la fundación –que lleva ya más de diez años realizando una labor divulgativa en este ámbito– es una de las entidades y organismos que se han sumado a las iniciativas que promueve la plataforma Finanzasparatodos, impulsada por la CNMV y el Banco de España.

A través de cuatro vídeos de animación que protagonizan una nieta y su abuelo, la fundación quiere difundir el mensaje que “cuanto antes, los adultos deben hablar de finanzas con los más pequeños para que no lleguen a la mayor edad siendo analfabetos financieros”, en palabras de Galván. Un objetivo cuyo cumplimiento está todavía lejos si, como demuestra la Encuesta de competencias financieras realizada por el Banco de España entre 2016 y 2017, el nivel de conocimiento de los españoles en temas como la inflación, el interés compuesto o el riesgo financiero, está por debajo de la media de la Unión Europea.

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Para los más jóvenes…

“El objetivo más difícil de lograr es que la educación financiera entre en el currículo escolar para que los menores sepan aplicar conceptos básicos”, opina la directora de seguros y previsión social de la Fundación Mapfre, Mercedes Sanz. Según un informe elaborado por la aseguradora, la nota de los españoles tampoco mejora cuando se miden las nociones que manejan, relacionadas con los seguros.

Por ello, Mapfre ha lanzado este lunes una campaña divulgativa en redes sociales sobre la importancia de la cultura del ahorro, y un concurso en Facebook, en el que se pide a los usuarios que compartan sus mejores consejos para economizar. Entre todos los participantes, la fundación de la aseguradora sorteará tres tarjetas regalos de 300 euros cada una. Mientras afirma que sus acciones en el ámbito de la educación financiera se desarrollan para un público general, Sanz insiste también en que el objetivo en esta jornada es “concienciar a los jóvenes, estando cerca de donde se encuentran”.

… y los mayores

En la intención de los promotores de esta jornada, sin embargo, cualquier estación de la vida es buena para una tarea de este tipo. Por ello, al ser este 1 de octubre también el Día internacional de las personas mayores, la Asociación Española de Banca (AEB) ha centrado en este colectivo su campaña. “A través de 14 vídeos queremos dar respuesta a cuestiones sobre finanzas personales que nos preocupan a los mayores, como la devolución de recibos o la compra por internet, en un formato que nos es familiar y cercano, el consultorio, en el que tú le preguntas a un amigo que entiende del tema y en el que confías”, explica la jefa de Responsabilidad social corporativa de la asociación, Beatriz Morilla.

Para realizar Sí, dígame –este es el título de los vídeos que se podrán ver en su canal de YouTube, su web, y sus cuentas de Twitter, Instagram y Facebook– la AEB ha contado con Julio y Jaime, dos voluntarios con más de 25 años de experiencia en banca cada uno, que suelen dar charlas y sesiones de educación financiera. “Ellos mismos idearon los guiones”, detalla Morilla. Las personas que sigan teniendo dudas, además, podrán hacer preguntas a los dos expertos vía whatsapp, “la red social más popular entre los mayores de 55 años”, señala Morilla.

“El nivel de educación financiera de los españoles no ha mejorado en los últimos años, a pesar de que existe una mayor preocupación por estos temas como consecuencia de la crisis”, coincide la responsable de la AEB con los demás expertos consultados, para los que, pese a todo, existen cada vez más herramientas eficientes para autodidactas. “Quizás habría que mejorar las que se dirigen a quienes prefieren la formación presencial, como los mayores”, puntualiza Morilla. Pero el reto principal es “concienciar a los ciudadanos, de todas las edades y con independencia de su situación laboral o personal, de que necesitan estos conocimientos para desarrollar sus vidas de forma llena”, concluye.

Cuando ni los inversores saben de finanzas

Uno de cada cinco inversores españoles se considera primerizo en el mundo de las finanzas o solo maneja nociones básicas. Esta es la principal conclusión de un estudio de la gestora de activos Legg Mason, en el que participaron algo menos de 17.000 personas de 17 países diferentes. De él se desprende que en España solo el 2% de los inversores afirma ser experto en este ámbito, frente al 7% de la media. Otro 2% se considera principiante y otro 18% describe su nivel de conocimientos financieros como básico. El funcionamiento de los robo-advisors (plataformas automatizadas de inversión, que funcionan a través de algoritmos) y la inversión sostenible (la que trata de combinar rentabilidad con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno) son los conceptos que menos dominan: solo el 19% y el 24% afirmó entenderlos a la perfección, respectivamente.

“Es incontestable que el nivel de conocimiento de ahorradores e inversores particulares es francamente mejorable”, admite Francisco Javier Garayoa, director de Spainsif, una asociación constituida en 2009 para fomentar las finanzas responsables. “Más que preocuparnos por estas cifras, debemos actuar”, añade, “para que la inversión se pueda alinear con los valores personales, a través de una cultura financiera ligada a temas relevantes como los abarcados por la inversión sostenible”.

En su opinión, la medida más efectiva a medio plazo pasa por incluir la educación financiera en los programas obligatorios de forma progresiva, desde los últimos cursos de primaria hasta finalizar el bachillerato. “La formación universitaria es la especializada y atiende a aspectos profesionales, pero la educación financiera básica debe estar implantada ya en una fase previa”, remata.

Fuente: El País