Un año después de su anuncio y cinco después de que la junta de accionistas diese su visto bueno, Amrest lo tiene todo listo para empezar a cotizar en la Bolsa española. El dueño de La Taglietella empezará a cotizar en la Bolsa el próximo 21 de noviembre, si bien mantendrá su actual cotización en el mercado polaco.

La fórmula elegida será un listing. Esto es un mero traslado de los títulos que ya se intercambian en la Bolsa de Varsovia a la de Madrid. Al no realizar ni una colocación propiamente dicha ni una ampliación de capital, el proceso se simplifica y, por ejemplo, no requiere de un ejército de bancos colocadores. 

Tras el visto bueno de los accionistas, donde el grupo Financess del inversor mexicano Carlos Fernández controla más del 50%, el primer paso que dio la compañía fue trasladar su sede social a España. Más tarde acordó desdoblar sus acciones en una proporción de 1 a 10. De acuerdo al cierre en la Bolsa de Varsovia de este miércoles, su valor es de 2.100 millones.

Además, durante los últimos meses ha desarrollado unh amplio proceso de consolidación. Ha adquirido marcas como Bacoa, SushiShop y pujó por la cadena de hamburguesas española Goiko Grill, que finalmente acabó en manos de L Catterton. Sin embargo, la compañía ha decidido poner punto y final a este ritmo de compras, según publicó CincoDías.

AmRest cotiza en Varsovia desde abril de 2005 con una capitalización de cerca de 8.600 millones de zlotys (cerca de 2.100 millones de euros) y forma parte del índice WIG 40. El promotor del traslado del cuartel general y de la mudanza de Bolsa es su accionista mexicano, señalan la fuentes consultadas.

AmRest cuenta con una potente conexión española desde abril de 2011, cuando adquirió Restauravia, propietaria de la cadena de restaurantes italianos La Tagliatella, por 198 millones de euros incluyendo la deuda. Se la vendió el fondo de capital riesgo Corpfin, liderado por Carlos Lavilla y Patrick Gandarias, que en 2006 se hicieron con el control de la marca, creada por el empresario sevillano Juan Manuel Chacón.

Fuente: Cinco Días