La recuperación macroeconómica apoyada por el Gobierno, la rápida adopción de los consumidores de tecnologías móviles y un creciente traspaso de la fuerza laboral. Esas son las principales razones que mueven al banco de inversión G.P. Bullhound a vaticinar un “florecimiento” del ecosistema tecnológico español.

Lo hace en un reciente informe presentado en Madrid con la colaboración de BStartup, la iniciativa de Banco Sabadell para apoyar a empresas innovadoras y tecnológicas. «BStartup tiene una vocación de apoyo a los diferentes actores del ecosistema emprendedor y nos parece muy interesante la difusión de los informes de GP Bullhound, que son un referente en Europa», aseguró a EL PAÍS RETINA Yolanda Pérez, directora de BStartup.

GP Bullhound se muestra tan optimista respecto del panorama tecnológico español que no duda en asegurar que el país va a ser un “actor ganador” en este terreno. Y se atreve, incluso, a poner sobre la mesa una serie de startups a las que hay que seguir la pista. Son, por ejemplo Alien Vault (seguridad informática), Beabloo (rastreo de clientes y bigdata), Cabify, Carto, DeporVillage (tienda de deportes online), Flywire (pagos internacionales), Fon (servicios de wifi), Glovo, Idealista, ID Finance (fintech y data science), Jobandtalent, Kantox (forex), RavenPack (big fata para servicios financieros), Spotahome (alquiler de alojamientos), Stratio (big data para empresas), Travelperk (agencia de viajes online para empresas), Typeform (formularios para encuestas y bases de datos), Userzoom (plataforma online de pruebas de usuarios e investigación de experiencia de usuario) y Wallapop.

¿Qué impulsa a G.P. Bullhound a realizar estas optimistas (y no siempre compartidas) aseveraciones? En primer lugar, la inversión en tecnología está en máximos históricos, con 1.215 millones alcanzados en 2016, la misma cantidad invertida en lso tres ejercicios anteriores.
Además, está la recuperación económica (crecimiento del 3,1% frente al 1,6% de la zona euro).Le sigue la caída del desempleo y las “siginficativas inversiones digitales” de las Administraciones Públicas (la consultora cuenta con unas inversiones de 2.500 millones en este sentido entre 2015 y 2020).

Casi más importante que estos es el hecho de que el país registra la mayor tasa de crecimiento en Europa desde 2007, con un 27%. Además, el país es el cuenta con una mayor proporción de usuarios que acceden a internet a través de dispositivos móviles: el 93% de los españoles, frente al 79% de media en el resto del continente. ·Este es, de hecho “un factor clave en el rápido crecimiento de muchas empresas tecnológicas” en España, y hace preverque muchas empresas orientadas al mobile first se beneficien de este comportamiento.

Evidentemente, no todo el mundo es tan optimista como los analistas de G.P. Bullhound. En el reciente evento RetinaLTD, el mayor foro iberoamericano sobre transformación digital, voces como la de Marta Plana, cofundadora y general counsel de Digital Origin, una start-up fintech, sostuvieron que España necesita muho trabajo por delante en materias como la eduación, un condicionante básico para esta evolución. “La cooperación y también la competición son dos conceptos que se escuchan mucho en Silicon Valley y que deberíamos empezar a incorporar aquí al hablar de innovación”.

De la misma opinión fueron los exministros Jordi Sevilla y Josep Piqué, también presentes en este bloque del evento. Están de acuerdo en que el Gobierno, más allá de los partidos políticos, tiene que comprometerse para facilitar y estimular los negocios de las startups, una de las principales fuentes de innovación de los mercados. “Los poderes públicos tienen que digitalizarse al mismo ritmo que lo hace la sociedad”.

Otra de las voces críticas con el sistema emprendedor español fue la de Paul Bragiel, emprendedor, inversor y deportista olímpico que estuvo en el capital inicial de startups como Uber o Zapos y que trata de crear un ecosistema emprendedor en nuestro país y que se ha fijado, sobre todo, en las empresas de videojuegos. “Creo que los inversores españoles no son lo suficientemente ambiciosos. Quizás porque solo se centran en España, porque quieren que su dinero ayude a crecer a empresas de su país”.

Fuente: El País