Ferrovial ha sufrido un duro revés en Canadá, donde ha perdido el control de la autopista 407 Internacional, uno de los activos estrella del grupo. La Corte Superior de Ontario ha fallado a favor del fondo de pensiones canadiense CPPIB, al que permitirá la compra del 10,01% del capital de la autopista que puso a la venta el grupo de ingeniería del país SNC-Lavalin, con lo que pasará a poseer el control, con una participación del 50,1%.

Ferrovial, dueña del 43% del capital, pierde así el arbitraje en el que reclamaba derecho preferente para la compra de un 5% frente al fondo de pensiones canadiense. La operación se cerrará este mes por un pacto de caballeros, pese a que Ferrovial recurra la sentencia. Así, las tres partes han acordado que incluso si un fallo posterior en apelación diera la razón a la firma española, la transacción no se anularía, sino que CPPIB llegaría a un acuerdo para el traspaso a Ferrovial del número de acciones pertinente. Un portavoz de la compañía explica que aún no se ha decidido si el fallo se recurrirá.

El grupo que preside Rafael del Pino reconoció en las cuentas de su primer semestre que aspiraba a ejercer la opción de compra del 5% sobre su autopistas estrella.

La decisión de la Corte Superior de Ontario soluciona, al menos momentáneamente, el conflicto entre los principales accionistas de la autopista que estalló el pasado mes de abril, cuando SNC anunció un acuerdo de venta del 10% al OMERS, otro fondo de pensiones de Canadá y un gigante de las infraestructuras a nivel mundial, con presencia en el aeropuerto de London City, la autopista Chicago Skyway o el puerto de Melbourne. Tanto Ferrovial como CPPIB, accionistas de la autopista 407, reclamaban su derecho de tanteo preferente sobre la participación. El capital de la autopista 407 queda ahora al 50,1% bajo control del fondo canadiense CPPIB; otro 43% pertenece a Ferrovial y otro 7% queda aún en manos de SNC-Lavalin, que obtendrá 3.250 millones de dólares canadienses de la venta (unos 2.100 millones de euros). De esa cantidad, recibirá 300 millones al cierre de la transacción y otros 250 millones de dólares canadienses durante los próximos 10 años.

Fuente: Cinco Días