Wall Street trató hasta ahora de tomar distancia con el Bitcoin. Es un producto financiero muy incipiente, su volatilidad es extrema y no está tampoco muy claro si es una moneda o un activo. Sin embargo, hay grandes inversores institucionales que se interesan por la criptomoneda: entienden que ha llegado para quedarse. Y para darles la opción de apostar en el mundo virtual, el gestor del mercado de derivados de Chicago activa este domingo una primera herramienta específica para negociar contratos de futuros.

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Solo hay que fijarse en lo que vale Bitcoin en las diferentes casas de cambio repartidas por todo el mundo para entender la confusión que domina sobre el primer activo digital. El cambio superó durante unos segundos los 19.000 dólares en Coinbase, antes de desplomarse a 15.500 dólares el viernes. El canje en Coindesk era superior a los 17.000 dólares el jueves y rondaba los 15.000 el viernes, un valor muy similar al de Bitstamp.

El mecanismo del Chicago Board of Trade, al que se sumará otro del Chicago Mercantil Exchange en una semana, es un primer paso por parte de los grandes operadores del mercado de opciones para aclarar su valor y permitir a los inversores que se adentren en ese mundo. Se apoya en la plataforma Gemini, de los gemelos Winklevoss. El precio de los contratos se hará en base a un índice que toma como referencia las casas de cambio Bitstamp, GDAX (de Coinbase), itBit y kraken.

La negociación será inicialmente muy limitada, con solo tres contratos mensuales -en enero, febrero y marzo. No será necesario tener Bitcoin para apostar, pero hay que hacerlo a través de un inversor institucional. Sin embargo, hay muchas preguntas aún en el aire sobre su funcionamiento. Se desconoce quién vende los Bitcoin y cuántas firmas van a participar en el mercado. Tampoco se precisa cómo se va a reducir la volatilidad, como en otros contratos.

Goldman Sachs está abierto a tantearlo, pero con suma cautela y solo dando acceso a ciertos clientes. Lo mismo pasa con Bank of America y Citigroup. El operador del Nasdaq también está interesado en ofrecer opciones de compra de Bitcoin, como la firma Cantor Fitzgerald. Sin embargo, dominan los escépticos. Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, dice que solo se la tomará en serio cuando esté “debidamente controlada y regulada”.

La idea de Bitcoin, de hecho, es que es un activo que no está regulado y eso provoca que se mueva en una zona gris. Michael Gronager, de la firma Chainalysis, señala que pasos como el que va a dar el mercado de derivados de Chicago dan sustento al valor. Pero pese a ello, espera mucha volatilidad. Es, según los expertos, lo que impide que pueda funcionar realmente como una divisa. Deutsche Bank incluye, por su parte, el Bitcoin en su lista de riesgos para 2018.

Nolan Bauerle, de Coindesk, dice que los bandazos no son nada comparados con lo que se vio cuando se creaba la infraestructura. Señala, además, que los que tienen Bitcoin en sus monederos virtuales las conservan. Son casi todos inversores corrientes, no institucionales. «Es un bien muy limitado con una demanda infinita», explica. También indica que desde el verano se están incorporando nuevas herramientas para que se comporte más como una moneda.

Fuente: El País