El fabricante de Peugeot, el Grupo PSA, ha sido el mejor de entre un mal grupo de fabricantes europeos de coches. Sus acciones subieron un 20% el año pasado, frenta a la caída del 10% de Volkswagen y del 25% de Fiat Chrysler. Sin embargo, el trepidante motor del consejero delegado, Carlos Tavares, corre el riesgo de quedarse sin gasolina.

La compañía se ha visto impulsada por el giro de Tavares a Opel-Vauxhall, que era deficitario antes de que lo comprara a General Motors en 2017. Esta unidad generó 859 millones de euros de beneficio operativo en 2018, lo que supone un margen del 4,7%, frente a una pérdida operativa del 2,5% de las ventas en los últimos cinco meses de 2017.

El margen operativo global del grupo el año pasado, del 7,7%, se sitúa cómodamente por delante del 6,3% de Renault. Y los 3.500 millones de flujo de caja libre de PSA superan la cantidad generada por las actividades principales de sus pares alemanes Volkswagen, Daimler o BMW, según Evercore ISI.

El futuro puede ser menos prometedor. La nueva meta a medio plazo de Tavares de un margen operativo del 4,5% para PSA implica que la rentabilidad disminuirá significativamente, cuando las ventas de coches superen su pico cíclico y los costes fijos se coman una mayor parte de los ingresos. Vale, el objetivo podría ser demasiado prudente. Pero el crecimiento futuro de PSA es otra preocupación. Casi todas sus ventas provienen de Europa, un mercado de lento crecimiento con penalizaciones relativamente estrictas por las emisiones de carbono de los motores de combustión. Tavares quiere llevar Peugeot a Norteamérica, pero es un mercado muy competitivo y aumentaría la exposición del grupo a una guerra comercial duradera.

PSA está valorado en casi seis veces los beneficios de 2019, casi un 20% por encima de la media de Renault, Fiat Chrysler y Volkswagen. Los inversores parecen atribuir al grupo francés el mérito del éxito del cambio de tendencia de Opel-Vauxhall, e ignoran el riesgo de que su crecimiento y rentabilidad puedan disminuir. La prima de valoración de Tavares podría no durar mucho.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días