BME era una isla mientras los gestores de los mercados regulados de todo el planeta estaban en plena integración. Siempre ha sido el oscuro objeto de deseo de Euronext. El gestor de las Bolsas de París, Bruselas, Ámsterdam, Lisboa, Londres, Dublín y Oslo ha tenido desde hace años el ojo puesto en la empresa española. Y ayer confirmó que “está en conversaciones con el consejo de BME, que podrían resultar, o no, en una oferta”, según un comunicado.

BME, por su parte, aseguró que “ambas compañías han mantenido conversaciones preliminares en relación con una potencial operación de adquisición de la totalidad del capital social de la empresa por parte de Euronext, sin que en relación con la citada operación la española haya adoptado ninguna decisión”.

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Al francés Stéphane Boujnah, presidente de la autodenominada Bolsa paneuropea, se le ha adelantado el mercado suizo. Pero fuentes financieras señalan que sopesa contraatacar. “Es una posibilidad que no puede dejar pasar. Cierto que la oferta de Six y su fortaleza financiera son extremadamente sólidas. Euronext cerró ayer con un alza del 0,9%, con un valor de 5.082 millones de euros, frente a los casi 3.000 millones que vale BME tras la escalada en Bolsa de ayer.

El problema está en los recursos de ambos potenciales competidores. Euronext afronta esta eventual adquisición tras una carrera de compras, con Dublín y Oslo como últimas incorporaciones. Y, pese a que a cierre de septiembre contaba con una liquidez disponible de 680,1 millones de euros, no está exenta de deuda. Su pasivo neto –una vez descontada la mencionada caja– se situaba en 739 millones, con una ratio respecto al ebitda de 1,8 veces. Mientras, Six disponía de una posición de caja neta a cierre de junio de 4.052 millones de francos suizos (unos 3.700 millones de euros).

Un largo periodo para decidirse

Calendario. Aunque el mercado esperaba una oferta inminente de Euronext, ni el gestor de la Bolsa de París ni otros posibles competidores tienen por qué correr. La oferta de Six debe esperar primero a que la CNMV remita su informe al Gobierno en un mes y, después, aguardar hasta tres más para tener su visto bueno. Mientras, la CNMV debe dar el sí al folleto, en un periodo de hasta 20 días hábiles, que podrá reiniciar cada vez que pida más documentación. Cumplido este trámite, se inicia el tiempo en que los accionistas decidirán vender sus títulos. Cinco jornadas antes del final de este lapso finaliza el plazo para presentar opas competidoras. Si las hubiera, el reloj se pararía y los plazos empezarían a contar.

El grupo con sede en París también pierde en cuanto a la calificación de las agencias de rating. Standard & Poor’s le asigna un A-, dos escalones por debajo del A+ que exhibe su rival helvético. Es más, las fuentes financieras consultadas señalan que Six, llegado el caso, tiene margen de maniobra para elevar el precio por BME.

Fuentes financieras apuntan que no solo Euronext quiere BME. Esta es también la oportunidad del gigante alemán Deutsche Börse, con una capitalización de 26.190 millones de euros. El gestor del mercado alemán, con el de futuros Eurex como gran emblema, tiene una ratio de endeudamiento a cierre del septiembre, calculada como la deuda neta entre el ebitda, de unas 0,9 veces. Su nota conforme a S&P está un peldaño por encima de la Six: AA.

Fuentes financieras señalan que también el gestor de la Bolsa de Hong Kong, HKEX, mide sus fuerzas de cara a una posible contraoferta por BME. La capitalización de este gigante asiático se sitúa en 309.000 millones de dólares hongkoneses (unos 36.000 millones de euros), con una posición de liquidez de más de 13.000 millones de euros a cierre del pasado mes de septiembre.

Fuente: El País