Europa debe liderar la producción de las baterías para coches. El continente corre el peligro de quedarse descolgado de una tecnología en plena expansión que va a marcar buena parte del futuro cercano de la industria de la automoción. Sobre todo en lo tocante a la fabricación de baterías, un componente que representa el 60% del coste de fabricar un vehículo eléctrico y cuya fabricación, sin embargo, es asunto casi exclusivo de Asia.

Así lo afirmaron tres destacados directivos de la industria y expertos en movilidad eléctrica durante un encuentro organizado por EL PAÍS Retina y patrocinado por Siemens. Por el momento solo el 6% de las baterías para coches eléctricos se fabrica en Europa, según recoge la Asociación española de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac).

“En Europa hemos perdido ese tren de la tecnología de las baterías y hay que montarse en el tren de las de siguiente generación [hechas de litio sólido], donde debería ser puntera”. Quien habla es Francisco Pérez Botello, presidente del grupo Volkswagen en España, quien ve con preocupación que la industria europea dependa de países de Asia como China y Corea del Sur para una pieza de alto valor añadido. Pérez Botello incide por eso en la importancia de no depender de las importaciones de otros países en el contexto de enfrentamiento entre Estados Unidos y China, “una guerra más tecnológica que comercial”, matizó.

De izquierda a derecha: Hilario Albarracín, presidente de KPMG España; Miguel Ángel López, presidente de Siemens España; Francisco Pérez Botello, presidente del grupo Volkswagen en España; y Jaime García Cantero, director de Contenidos del Foro Retina

El grupo Volkswagen, de hecho, anunció a comienzos de este mes que producirá este componente en colaboración con la empresa sueca Northvolt. Ambas compañías construirán el año que viene una factoría en Salzgitter (Alemania), donde a partir de 2024 producirán anualmente 16 gigavatios por hora. Volkswagen va a lanzar 20 modelos de vehículos eléctricos “el año que viene”, explicó Botello en una de sus intervenciones.

¿Hace falta un plan nacional para este componente? Así lo cree Miguel Ángel López, presidente de Siemens España. Este directivo advierte de que esta supone una tarea necesaria y que “tiene que estar consensuado entre el gobierno, las eléctricas, los grandes de la automoción y la sociedad”.

Hacerse fuertes en la producción de este componente constituiría otra manera de que la industria automovilística española consiga “un mayor valor añadido”, según Hilario Albarracín, presidente de KPMG España. La importancia no es menor: los tres expertos coincidieron en que un elemento tan esencial del coche eléctrico no se puede dejar en manos de países con inestabilidad política o muy lejanos por el descuadre que esa dependencia supondría para la balanza comercial europea. “Sería una catástrofe”, precisó Botello.

Miguel Ángel López, presidente de Siemens España, escucha a Francisco Pérez Botello, presidente del grupo Volkswagen en España.

Puntos de carga

La cantidad de puntos de carga constituye otra de las preocupaciones del sector. Hilario Albarracín explicó que se ha comprometido un ratio de puntos de carga de las baterías eléctricas para sostener los cinco millones de vehículos eléctricos que está previsto que circulen por el territorio nacional en 2030. Sin embargo, matizó que la mayor parte de estas 500.000 plazas serán privadas y que “para motivar el avance hace falta que la administración promueva esta infraestructura”.

Sobre estas zonas de carga también habló Miguel Ángel López. El presidente de Siemens España relató un viaje de Madrid a Sancti Petri en el que se propuso un reto: contar el número puntos de recarga para vehículos eléctricos. El resultado le sorprendió: tan solo localizó cuatro, y todos ellos estaban fuera de las autopistas.

El encuentro abordó otros asuntos como el futuro laboral del sector del automóvil, en el que las nuevas formas de movilidad, más ecológicas, impactarán en el empleo. Botello estima que “en cinco o seis años la mitad de los empleos de la automoción serán nuevos. Nosotros hemos contratado ingenieros de software de la industria del videojuego”, explicó el directivo de Volkswagen para referirse a la pujanza del eléctrico.

Sobre este tema López destacó la alta cualificación de los empleados españoles, que encajan en los nuevos perfiles laborales que exige la industria para acometer la transición ecológica, en especial los ingenieros de software. El presidente de Siemens España aseguró que en un plazo de cinco años “nuestro país va a ser puntero en el sector del automóvil”. Aunque los cambios tecnológicos van a precisar una reconversión de los trabajadores hacia perfiles más digitales, los expertos descartaron una reducción del número de empleos en la industria del automóvil, e incluso sostuvieron que se crearán más de los que actualmente existen.

Los ponentes coincidieron en que las administraciones deben despejar “las dudas” en el sector de la movilidad eléctrica. Albarracín subrayó que “la incertidumbre de los ciudadanos sobre qué vehículo comprar incide en la caída de las ventas”. Para solucionarlo propusieron una simplificación de la normativa a través de una ley nacional de cambio climático.

En España existen, actualmente, 53 planes distintos de calidad del aire, advirtieron los conferenciantes. Esto, destacó Albarracín, “dificulta la oferta, porque no se pueden tener 53 tipos de coches distintos”. “No puede ser que un coche pueda entrar en Madrid Central y no pueda en Barcelona Central”, explicó Botello para defender una ley única de calidad del aire, homogénea en todas las ciudades españolas, pero que contemple distintos grados de intensidad según el nivel de polución de cada localidad.

Fuente: El País