«Facebook ha decidido cambiar hacia una estructura de ventas local en aquellos países donde tenemos oficinas, para respaldar las ventas de los anunciantes locales. En términos simples: significa que los ingresos por publicidad que respaldan nuestros equipos locales no serán contabilizados por la sede internacional de Dublín, sino que serán registrados por nuestra compañía local de cada país», ha anunciado a través de un comunicado Dave Wehner, director financiero de la compañía.

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La sede de Facebook de Menlo Park, en California, seguirá siendo su cuartel general en Estados Unidos. Y Dublín continuará siendo su sede internacional. Pero no a efectos fiscales, ni en lo que se refiere a las ventas de todo el mundo, que ahora se repartirán por todos los países que cuenten con estructura propia, 25 en total, entre ellos España, Italia, Alemania y Francia.

Facebook, pese a su fuerte implantación en España, en 2016 (las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil), registró pérdidas. En concreto, Facebook Spain, la filial de la red social estadounidense, declaró unas pérdidas netas de 486.917 euros en el pasado ejercicio de 2016, lo que supone un 50% más que las declaradas en el ejercicio 2015, que reformuló al publicar las últimas (en inicio, en aquel ejercicio de 2015 había comunicado beneficios, pero los corrigió tras un plan de acciones para empleados).

La sucursal española de Facebook es en realidad una sociedad que actúa principalmente como intermediaria de Facebook Ireland Limited, la matriz que recopila los ingresos del resto de filiales europeas, para reducir la factura fiscal. Dublín ofrece grandes ventajas tributarias. Por eso, las grandes corporaciones mundiales han trasladado allí sus sedes europeas. Es una práctica legal pero que ha suscitado grandes críticas en los últimos años. Y ha provocado que instituciones como la OCDE o la Comisión Europea lancen una cruzada contra estas estrategias fiscales agresivas.

En 2016 los ingresos apuntados en España eran de 7,86 millones de euros. Pagó solo 182.775 euros por el impuesto de sociedades. La red social emplea en España 22 trabajadores. Teóricamente, cuando aplique el cambio que hoy ha anunciado, todo lo que su oficina española ingrese en concepto de publicidad, se facturará y pagará impuestos en España.

Presión internacional 

El importante cambio fiscal de la compañía sigue los pasos de otras empresas como Amazon, que también comenzó pagando el impuesto de sociedades por su negocio español en otro país (en su caso, hasta 2015 lo hacía en Luxemburgo), pero que hace tres ejercicios traspasó el negocio individual a cada país europeo en el que opera. Facebook responde ante la presión de la Comisión Europea y otros organismos internacionales, que han perseguido duramente en los últimos años la ingeniería fiscal que muchas multinacionales aplican para rebajar sus compromisos con el fisco en todo el mundo. «Creemos que cambiar a una estructura de ventas locales proporcionará más transparencia a los gobiernos y a los reguladores en todo el mundo, que han pedido una mayor visibilidad sobre los ingresos asociados con las ventas realizadas pro parte de oficinas regionales», señala el ejecutivo de Facebook.

La tecnológica se ha propuesto implementar este cambio fiscal durante 2018, con el objetivo de completar el proceso en todas las oficinas en la primera mitad de 2019. «Esperamos llevar a cabo este cambio en los países en los que tenemos una oficina regional responsable de los anunciantes en ese país. Dicho esto, cada país es único y queremos asegurarnos de que este cambio se haga de forma correcta. Este es un gran reto que requerirá importantes recursos para ser implementado en todo el mundo. Pondremos en marcha nuevos sistemas  lo más rápido posible para garantizar una transición sin problemas a nuestra nueva estructura», explica la compañía.

En España ha pagado medio millón en impuestos en cinco años

Facebook genera en España un negocio millonario. Ingresa cientos de miles de euros por publicidad. Pero traslada el grueso de esta facturación a su hermana Irlandesa. La consecuencia es que en los últimos cinco años solo ha declarado ingresos por 23,7 millones de euros. La mayor parte de esta cifra de ventas procede de las comisiones que cobra a la delegación irlandesa por “los servicios de venta y marketing para el grupo Facebook”. Esta estrategia, legal y que siguen la mayoría de corporaciones tecnológicas, le permite reducir el pago de impuestos. Desde 2012, Facebook ha pagado 491.000 euros por el impuesto de sociedades.

Fuente: El País