Relevo antes de lo previsto. Y con sorpresa. El consejo de administración de Gas Natural Fenosa ha nombrado presidente ejecutivo a Francisco Reynés, actual consejero delegado de Abertis. La incorporación de Reynés supone la sustitución del presidente de la compañía gasista, Isidro Fainé, que pasa a ser presidente de honor, y de Rafael Villaseca del cargo de consejero delegado, puesto que desaparece del organigrama del grupo. En Abertis, el consejo ha nombrado a José Aljaro, hasta ahora director financiero, dircetor general y consejero ejecutivo.
La apuesta por Francisco Reynés estaba cantada desde hace meses para ocupar el cargo de primer ejecutivo de Gas Natural Fenosa (GNF) en lugar de Rafael Villaseca, cuyo contrato acababa en mayo y su salida se daba por descontada tras 13 años al mando que coincidieron con el crecimiento de la compañía. Lo que no se preveía es que en el mismo paquete también saldría Isidro Fainé de la presidencia, a la que accedió en septiembre de 2016 tras dejar la de CaixaBank.
El doble relevo fue acordado entre Criteria (brazo inversor de la Fundación Bancaria La Caixa), que tiene el 24,5% de GNF, y GIP, que controla el 20% del capital, y anunciado a Repsol, que controla otro 20% y que ha admitido que lo tiene en venta. Fuentes consultadas han admitido que las tres partes han considerado la necesidad de realizar el cambio para dar un nuevo impulso a los planes de transformación con los que llegó Fainé a la compañía y que diseño hasta 2022. Su marcha se produce “por coherencia y generosidad”, según fuentes de la fundación que preside, con el fin de que el nuevo equipo culmine el plan estratégico. Fainé pasa a ocupar la presidencia de honor de la entidad, mientras que Villaseca lo hará de la presidencia de honor de la Fundación Gas Natural Fenosa.
Precisamente, GIP había exigido la asunción de la presidencia de Fainé como garantía del compromiso de La Caixa con la compañía. En ese sentido, el aterrizaje de Reynés, un hombre de la cuadra de La Caixa que cuenta con el aval de Fainé y que procede precisamente del grupo que dejó en 2006 para pasar a Crietria, no altera el compromiso. En el periodo de Fainé, la empresa puso en marcha la reodenación de activos y un plan de desinversiones, como la venta del 20% de su negocio de distribución de gas en España y de activos en Italia y en Colombia. Asimismo, se expandió en renovables, tanto en España (donde se adjudicó 950 megavatios de eólico y fotovoltaico) como en el exterior (Australia y Brasil), y el negocio del gas en Latinoamérica.
Sin embargo, no pudo completar la operación de concentración que acordó con la portuguesa EDP y se topó con la expropiación de su filial en Colombia, cuyo caso está en la corte de arbitraje mundial.
Todo ese trabajo lo hizo en tándem con Rafael Villaseca, que se incorporó a la empresa en 2005. Durante la etapa anterior, con Salvador Gabarró como presidente, la empresa experimentó su principal crecimiento, con la fusión con Fenosa en 2009 en una operación valorado en 16.000 millones, lo que permitió al grupo entrar en el negocio eléctrico que había pretendido anteriormente con el intento de comprar Endesa, de cuya puja se retiró en seguida. También se creó Global Power Generation (asociado con KIA) y se adquirió CGE en Chile por 4.000 millones, la principal energética del país. En ese periodo, la compañía cuadruplicó su facturación, y más que duplicó los clientes hasta 18 millones, pasando también de 10 a 30 países. La rentabilidad para el accionista fue del 13,1% en 2017.
Una serie de hitos que dejan el listón alto para Reynés, cuya llegada se produce en plena batalla de opas entre Atlantia y ACS por el control de Abertis. Le sustituye como primer ejecutivo de la concesionaria José Aljaro, hasta ahora director financiero.
Fuente: El País