Iberdrola, a través de su filial Neoenergia, se ha adjudicado 295 megavatios (MW) de potencia eólica en el concurso internacional organizado por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) en Brasil. la inversión prevista rondará los 300 millones de euros. El contrato supone un primer gran paso en el sector de las renovables del Grupo Iberdrola en el país latinoamericano tras la creación este verano de la nueva Neoenergia y de acuerdo a los planes de crecimiento fijados en su estrategia.

En concreto, Neoenergia construirá nueve parques en el área de Santa Luzia, en el estado de Paraíba, que se pondrán en operación en enero de 2022. Con estas nuevas instalaciones, Neoenergía dispondrá de más de 800 MW entre parques en operación y en construcción en Brasil, siendo el país en Latinoamérica con más potencia eólica para el Grupo Iberdrola.

Estos nuevos proyectos convierten al Estado de Paraíba en una de las áreas con más potencia eólica de Latinoamérica, donde Iberdrola ya tiene en operación 90 MW de capacidad instalada (complejo eólico de Paraíba) entre los parques de Canoas, Lagoa I y Lagoa II, con 30 MW de potencia cada uno.

Con la integración de Elektro el pasado julio en Neoenergia, Iberdrola impulsó la creación de la mayor compañía eléctrica brasileña y el nacimiento de un líder energético en Latinoamérica. Se trata de una compañía comprometida con el desarrollo energético, económico y social de Brasil y de los brasileños, que está presente en 13 Estados del país a través de la generación, transporte, distribución y comercialización de energía eléctrica. Neoenergia cuenta con cerca de 13,5 millones de puntos de suministro, atendidos por sus cuatro compañías: Coelba, Celpe, Cosern y Elektro. Su área de concesión comprende cerca de 840.000 km2 y atiende a una población de más de 34 millones de personas.

También intentó la colocación en Bolsa de Neoenergia, pero el proyecto quedó abortado la semana pasada por la oposición del Banco de Brasil y el fondo de ´pensiones de sus empeados Previ, que no aceptaron el rango de precios de las acciones solicitado por los inversores.

Fuente: El País