La compañía asegura haber cerrado 2017 con ventas por valor de 1.700 millones de libras (1.945 millones de euros), con 475 de beneficios, un 10% más que el año anterior. España, con 1.200 empleados en plantilla, es responsable de cerca de un 5% de su facturación y tiene uno de los mayores índices de satisfacción y retención de clientes, 16.000 más al final del ejercicio.

“Nuestro principal objetivo es que todos nuestros clientes trabajen en la nube. En España la adaptan rápido, posiblemente debido a la naturaleza de los nuevos negocios, startups y medianas empresas, que son sobre todo digitales y buscan escalabilidad. Nosotros siempre hemos sido flexibles y les hemos acompañado en su crecimiento: da igual cuánto crezcan, el software se adapta a ellos. Pero con la nube ganamos agilidad y les hacemos más eficientes”, defiende Stephen Kelly, consejero delegado de la compañía desde que hace tres años dejara su cargo en el gabinete del gobierno británico. “Nos dirigimos a este tamaño de empresa porque son héroes generando riqueza,. En España suponen el 62% del empleo: ni los gobiernos ni las macroempresas generan tanto. Y las pymes podrán hacerlo mejor cuanto más eficientes sean con la gestión de sus negocios. ¿Por qué solo las grandes pueden permitirse un sistema de gestión excelente?”, se pregunta.

Su producto estrella, con el que pretenden “digitalizar todas las pymes del país”, en palabras de Kelly, aúna en un único ecosistema todos los sectores de la empresa. Hasta ahora Sage ha ganado dinero, sobre todo, con suscripción y licencias (un 78% de sus ventas) así como mantenimiento y soporte técnico. Sus clientes y los servicios demandados suponían ingresos recurrentes; la nube también podrá contratarse por módulos en función de tamaño y necesidades. “Conectar todos nuestros servicios en una misma plataforma era clave. Llevamos años en mitad de esta transformación, la nube permite adaptar los cambios legislativos al momento, con lo que ahorramos tiempo en burocracia”, apunta Kelly.

Para Luis Pardo, el consejero delegado en España, el paso a la nube en el mercado ibérico es fundamental porque “cada vez se emprende más”. “Crece la economía digital, no podemos quedarnos fuera”, considera. “Muchos emprendedores tienen sus negocios en la palma de la mano, en su teléfono, hay que estar ahí y hacerles ganar tiempo”.

Las ventas en 2017 fueron de 1.945 millones de euros y los beneficios crecieron un 10%

La firma ofrece servidores seguros “al día de las leyes de protección de datos local”. Pero no solo tienen el foco puesto en negocios digitales. “Estamos en 85 sectores en el país, desde textil a alimentación, turismo… y gran parte de nuestros clientes son despachos y asesorías, 25.000”, añade Pardo. La compañía es conocida por su software de gestión y contabilidad, con programas como Contaplus (orientado a pequeños empresarios y autónomos) o Murano (destinado a empresas medianas), que crecieron el año pasado un 17% y 9% respectivamente. Creen que se debe a “haber sido los primeros en adaptarse a los cambios legales y legislación del IVA, por delante de la competencia”.

Flexibilidad

Una de las principales ventajas ante sus competidores es la flexibilidad. Al contrario que sus rivales más importantes, el sistema de la firma británica es escalable y se vanagloria de “crecer al mismo ritmo que sus clientes”. “Uno de los problemas de las pymes es que viven del dinero en efectivo, no pueden esperar a cobrar”, señala Kelly. “Sus márgenes son más pequeños; el tiempo en pagos e inversiones, condiciona su supervivencia”.

En Sage están seguros de que la nube les permitirá abaratar costes pero “sobre todo ahorrará tiempo a las empresas, que serán mucho más eficientes”, defiende el consejero delegado. “A las empresas aquí les queda mucho por recorrer pero cada vez hay más ganas de invertir en tecnología”.

Para la empresa británica, la orientación al cliente, desde la investigación al soporte, es otra de sus patas más importantes. Y aunque están lejos de trabajar con inteligencia artificial, sí tienen en marcha en su página un chatbot, un asistente virtual. La información que extraen —y que comparten públicamente a través de informes en un observatorio propio— también les sirve para presentar propuestas de mejora a la administración pública. “No trabajamos para ellos pero sí con ellos, para que nos ayuden a ofrecer mejores soluciones a nuestros clientes”, considera Kelly. “Por ejemplo, es un problema para todas las empresas pero a los emprendedores les afecta mucho no tener movimiento de efectivo y esto está provocado sobre todo por los dilatados plazos de pago que tienen que ver con una gestión ineficaz de los procesos”. Desde su nacimiento, Sage se ha caracterizado por crecer rápidamente a través de adquisiciones.

¿La competencia de SAP?

Sage es competencia natural de sistemas de gestión como la alemana SAP, implementados en la mayoría de empresas del IBEX y grandes multinacionales. No en vano, las principales consultoras —entre ellas, Deloitte o PwC— son contratadas para implementar estos servicios en grandes conglomerados. La británica, sin embargo, no se siente competencia directa de este servicio. “Ellos responden a las necesidades de empresas mucho más grandes, con las que nosotros trabajamos pero no de forma integral sino para soluciones concretas. Teléfonica es uno de nuestros principales partners”, asegura Kelly. Tienen 2.500 de este tipo, entre ellos, casi todas las empresas del IBEX35 a las que certifican. Su compañía también cuenta con consultoras externas a las que forman y certifican que le ayudan a implementar sus sistemas en otras empresas.

Fuente: El País