Agitación en los mercados unas horas antes de que el mundo de las finanzas cambie para siempre con la puesta en vigor de la nueva normativa europea, Mifid 2. Uno de los puntos conflictivos es la nueva estructura de tarifas que planea introducir BME para aplacar la competencia creciente derivada de la norma. Y que está generando más contestación por parte de bancos, brókeres y otros intermediarios bursátiles.

Para tratar de calmar los ánimos, Bolsas y Mercados ha decidido retrasar hasta marzo la puesta en vigor de sus nuevos cánones para operar en la Bolsa española. En ellas planea rebajar sustancialmente lo cargado por adquirir o vender títulos de los valores más líquidos del Ibex. Así lo ha comunicado BME a los miembros del mercado en una circular remitida el pasado 15 de diciembre a la que ha tenido acceso CincoDías. En un principio, estaba previsto que los nuevos cánones entrasen en vigor el 2 de enero, pero la presión de algunos intermediarios y el retraso de la CNMV por dar el visto bueno han postergado tres meses su aplicación.

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La razón de fondo es técnica. La puesta en marcha de las nuevas tarifas ha coincidido con la aplicación de Mifid 2 en toda Europa. Fuentes del mercado indican que la banca y otros intermediarios se encuentran en plena revolución para adaptar sus equipos a las nuevas reglas. Y por ello ha solicitado a BME un periodo de gracia extra para cerrar primero la transición a Mifid 2 y después trabajar en las tarifas. La combinación de ambas transiciones hacía temer que los primeros días del año estuviesen plagados de fallos y eso alterase el normal funcionamiento del mercado.

Paralelamente, BME debe obtener aún la luz verde definitiva de la CNMV para que sus nuevas tarifas puedan entrar en vigor. En principio, el visto bueno del regulador es un mero trámite. Se reduce básicamente a tomar nota sobre ellas. Y solo en caso de que aprecie algún elemento distorsionador en el mercado se guarda un cierto margen de actuación directa.

El plan de BME pasa por reducir sustancialmente lo cobrado por transacciones con los valores del Ibex con una capitalización ponderada superior a los 10.000 millones, pero mantener el sistema actual en el resto. Al tiempo, crea nuevas tarifas para las órdenes de volumen oculto o con restricciones a la ejecución. También cobrará un euro por cualquier transacción realizada durante la subasta, donde BME retiene el monopolio.

Hace ya una década que los mercados oficiales perdieron la potestad de ser los únicos autorizados para comprar o vender una acción. La primera versión de Mifid permitió la proliferación de plataformas alternativas de contratación, creadas por gestoras o bancos de inversión. En lo negociado en el Ibex en 2017 estas copan el 48% de las operaciones, una vez adaptado el sistema de liquidación y compensación español al estándar europeo.

La estrategia de BME con su nuevo esquema de tarifas es tratar de que la repentina competencia tenga el menor impacto en sus cuentas. Reduce lo cobrado en aquellos valores que se contratan más en otras Bolsas, pero lo aumenta donde no tiene competencia, como las subastas. Pero también la entidad presidida por Antonio Zoido ha hecho de la necesidad virtud. A partir del 3 de enero introducirá una nueva tarifa para esas Bolsas alternativas que utilicen los datos de BME. Es decir, para las que tomen como referencia el precio al que se ha transaccionado una acción en el mercado oficial para crear sus propios precios.

A partir de enero, BME cobrará 600 euros al mes por ceder los datos de cada valor del Ibex que engrose también el Stoxx 50 (BBVA, Iberdrola, Inditex, Santander y Telefónica). Para el resto del selectivo cobrará 300 euros al mes. Es decir, ofrecer la contratación de todo Ibex le costará a estas plataformas 144.000 euros al año. Esta elevada cuantía ha llevado a algunos bancos a mover ficha. UBS ya ha remitido una carta a los principales brókeres en la que les informa de que eliminará de su plataforma de contratación, MTF, a todos los valores españoles.

Cuenta con una cuota de mercado del 0,54% sobre lo transaccionado en el Ibex. Según Financial Times, Cboe –que registra un tercio de las operaciones del Ibex– ha reclamado al regulador que actúe.

BME, sin embargo, defiende el precio cobrado incluye «una garantía de calidad de que el mercado opera ordenadamente». Explica que ha rebajado muchas de sus comisiones por el uso de datos y que otras las ha adaptado a las necesidades concretas de sus clientes.

Fuente: El País