Laura Abasolo, de 46 años, es la mujer más poderosa de Telefónica como directora de Finanzas y Control del grupo, y pieza clave en el organigrama, ya que se encarga de cuadrar los números de la multinacional, en la lucha titánica por reducir su abultada deuda. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, ingresó en el grupo en 1999 como directiva de la filial Terra Networks. Desde entonces ha pasado por diversos cargos hasta su nombramiento en 2017 como máxima responsable de finanzas. Casada, y con tres hijos, alterna su actividad profesional desde Bilbao, su ciudad natal, y la sede central de la compañía en el Distrito C, en Madrid. Le gusta andar por el monte, navegar y esquiar, y procura pasar todo el tiempo que puede disfrutando de su familia.

Abasolo destaca, en una entrevista con EL PAÍS, la primera que concede a un medio nacional, el esfuerzo por disminuir la deuda, que se situaba a finales de 2018 en 41.785 millones de euros. “Si incluimos las últimas desinversiones y la devolución de Hacienda (702 millones) estaríamos ya por debajo de los 40.000 millones, casi 13.000 millones de euros menos que en junio de 2016. En ese proceso, la mayor parte ha sido debido al flujo de caja libre que generan nuestras operadoras a lo que se suman desinversiones como la venta de casi un 50% de Telxius, los activos de Centroamérica y Antares. Creemos que sigue habiendo recorrido para recortarla aún más y la baza va a seguir siendo la generación de caja, porque es más sostenible. También vamos a seguir optimizando el pago de intereses y evaluando nuestro portafolio con la creación de valor como palanca que mueva las desinversiones. Es un viaje en el que hemos acelerado el ritmo y donde todavía nos queda algo de camino”.

La directiva no desea ponerse un objetivo concreto de reducción de deuda. Prefiere resaltar que en 2018, el grupo generó un flujo de caja antes de espectro de 5.600 millones de euros, lo que supone un crecimiento de más del 5%, con un nivel de inversión elevada, del 15% sobre ingresos, permitiendo remunerar al accionista de una manera atractiva y adicionalmente reducir deuda. “Esa ecuación es más importante que tener un objetivo concreto. Creemos que la deuda neta va a dejar de ser percibida como un problema y de definir a Telefónica”, indica.

Sobre próximas desinversiones, como los centros de datos, prefiere “hablar de realidades cuando ocurran antes que de rumores”. “Tenemos en cuenta el posicionamiento estratégico, la creación de valor, la calidad del mercado nuestras capacidades y las perspectivas a futuro. Hay activos clave donde hay que invertir y aquellos otros susceptibles de desinversión, pero no vamos a dar datos sobre esos activos hasta que ocurran”.

Nueva norma de alquileres

«Tenemos un balance más fuerte y más resistente ante posibles cambios»

La nueva norma de contabilidad (IFRS 16) que obliga a computar como deuda los arrendamientos operativos desde el pasado 1 de enero, tendrán un impacto en este capítulo de la operadora entre 7.400 y 8.100 millones de euros, y un incremento del ratio sobre Oibda de aproximadamente 0,2 veces. “Parece un paso atrás pero en el fondo no lo es. La salida de caja y compromisos de la compañía no cambian. Es un cambio contable que ha supuesto eso sí muchísimo trabajo fundamentalmente en los departamentos que yo llevo. Lo positivo es que las agencias de rating y los analistas ya lo tenían en cuenta. No es una sorpresa y si nos comparamos con otras compañías del sector que están empezando a dar los impactos no somos la más afectadas.”

Laura Abasolo.Laura Abasolo.

Ha acometido una política de refinanciación que pasa por alargar los plazos de la deuda – desde 5,7 años a finales de 2015 hasta 10 años actualmente- optar más por el tipo fijo que concentra el casi el 75% de la deuda frente al variable (con coste medio de 3,4% en 2018). También han optado por endeudarse más en euros, dólares o en libras que en monedas locales.

“Nuestra estrategia es mantener el grado de inversión sólido y luego garantizar solvencia y liquidez, y ahí no hay una única variable que gestionar. Tenemos un balance más fuerte y más resistente ante posibles cambios. En los últimos años, hemos aprovechado una situación de tipos de interés históricamente bajos y hemos ido reemplazando deuda cara por deuda más barata y alargando la vida media. Desde junio 2016, hemos refinanciado más de 32.000 millones y solo en la primera parte de este año 4.400. Y en liquidez, tenemos cubiertos los próximos dos años y medio, con más de 20.000 millones”.

Abasolo resta importancia al impacto de la devaluación de las monedas. ”Creo que se hace mucho más ruido que lo que es el impacto real. En 2018, hemos tenido un impacto negativo de más de 4.000 millones en ingresos y 1.500 millones en Oibda pero lo destacable es que en el flujo de caja libre ha sido 500 millones, y que la deuda también se ha reducido en 200 millones. La mayor parte de las multinacionales tienen deuda en euros y en dólares, incluso las que tienen todas sus operaciones en Latinoamérica”.

Las agencias de rating como Moody’s o S&P mantienen la calificación de la operadora desde 2016 pese a esa reducción de deuda. “Sin duda, nos gustaría que nos subieran el rating pero lo importante es nuestro compromiso de seguir reduciendo la deuda”.

«Nos gustaría que nos subieran el rating pero lo importante es seguir reduciendo la deuda”

Respecto a la evolución de la acción en los últimos años, la responsable de finanzas recuerda que el sector de las telecomunicaciones es el que peor comportamiento ha tenido en 2017 y 2018. “Le está impactando sobre todo el entorno regulatorio, la alta competencia, la incertidumbre sobre la inversión y las dudas sobre la capacidad de crecimiento y el retorno de capital empleado. En Telefónica llevamos creciendo, excluyendo el impacto de las monedas, en ingresos y en Ebitda seis años y en flujo de caja libre dos años, con un importe por encima de 5.000 millones. En Capex reconocen que estamos por delante porque hemos hecho la mayor parte de nuestra inversión en fibra en España y estamos muy avanzados en Latinoamérica en LTE. En sentido contrario, estamos más endeudados pero hemos hecho un gran esfuerzo en reducirla. Cuando pones todo esto todo junto, ves que los comentarios de los inversores son muy positivos y la acción últimamente lo hace mejor que el sector. De las recomendaciones de los analistas solo hay un 6% de venta y el precio objetivo está por encima de 9 euros, con lo cual esperamos que eventualmente se traslade al valor de la acción. A nosotros eso nos puede frustrar pero no nos quita el ánimo y lo que tenemos que hacer es seguir mejorando los fundamentales trimestre a trimestre”.

La factura del 5G y del fútbol

La factura del 5G por la compra de espectro en los diferentes países donde opera le preocupa. “Estamos afrontándolo con muchísima racionalidad, lo cual no implica que no estemos preparados. Creemos que en 2020 el 5G va a ser una realidad en algunas de nuestras geografías pero la masificación llegará entre el 2022 al 2025. Es muy difícil evaluar el nivel de inversión que va a requerir, pero nuestro pico de inversión que se dio en 2016 lo hemos dejado atrás y ahora estamos manejando entornos de capex sobre ingresos del 15% y dentro de ese ratio estamos llevando a cabo inversión que nos va a permitir hacer frente al 5G y a seguir siendo pioneros”.

La directiva se muestra convencida de que en España no se producirá un sobrecoste en esas subastas de frecuencias. “No solo las empresas que hemos acudido a las subastas sino el propio Gobierno siempre ha sido muy racional, y ha conseguido un impacto positivo, que invirtamos en red y no en espectro y creo que otros gobiernos están aprendiendo ahora de eso”

Abasolo apuesta por cuidar la relación con los inversores, no solo con los institucionales sino con los minoritarios, con los que hacen una reunión anual.

A la ejecutiva no le importa mojarse en cuestiones de negocio como la factura del fútbol por el que desembolsará 4.000 millones en cuatro años. “No tomamos ninguna decisión que consideremos que no tiene retorno. Cuando hemos acudido a esa subasta es sabiendo cuál era el nivel que podíamos pagar. A principios de 2018, se veía que podía haber una inflación y ahí sí que fuimos muy tajantes de que no íbamos a comprar el fútbol a cualquier precio, pero finalmente los resultados de la subasta fueron razonables. Y a nosotros desde un punto de vista económico nos sale la ecuación. Al haber solo dos operadores como Telefónica y Orange que compran los derechos tenemos un mayor coste pero también más ingresos porque captamos clientes que quieren fútbol. Además, los clientes que tienen fútbol son clientes de arpu [ingreso medio mensual] alto y de bajo churn [tasa de bajas].

También defiende la estrategia del lanzamiento de O2 como segunda marca para hacer frente a la competencia con bajos precios como MásMóvil. “El concepto de valor es mucho más amplio. Nos hemos enfocado mucho en Fusión con una amplia base de clientes con un arpu medio de 90 euros, porque estamos invirtiendo en la tecnología más avanzada, lo que nos permite aumentar la penetración de fibra, de vídeo, de las nuevas funcionalidades de la televisión, y de mayor consumo de datos móviles. Pero es cierto que en el mercado español hay segmentos que no estábamos cubriendo. Y eso que puede parecer aquí extraño es la norma en el resto de mercados europeos. Por ejemplo, en el Reino Unido tenemos la marca O2 que es súper potente pero también tenemos giffgaff y Tesco Mobile y en Alemania O2 y Blau, de menor coste. En España era una rareza que no estuviéramos atendiendo a este segmento, no solo porque está ayudando a captar clientes de otros proveedores sino porque los clientes que no quieran tener Fusión o televisión pueden seguir dentro del paraguas Telefónica con O2”

Laura Abasolo, en un momento de la entrevista.Laura Abasolo, en un momento de la entrevista.

Abasolo se muestra partidaria de la consolidación del mercado europeo, donde hay una proliferación de operadores. “Hemos sido protagonistas muchas veces de esa consolidación comprando y vendiendo compañías y hay una creación de valor fruto de la consolidación y con la ejecución de sinergias. Está claro que el regulador hasta ahora ha sido reacio y ahora podría parecer que empieza a ser más proclive. Porque la protección al consumidor que pretende bloqueando concentraciones no tiene en cuenta que ya que cada vez damos mejores servicios a precios más asequibles y lo que sí se está produciendo es que se está invirtiendo menos probablemente que en otras regiones. El impacto que puede tener es falta de inversión y pérdida de competitividad en Europa con lo cual creemos que el regulador debería empezar a ser más proclive a la consolidación”.

Respecto a los principales mercados de Telefónica, destaca la solidez de España pese a la amenaza de desaceleración económica. “Vemos a España creciendo saludablemente. El sector telco es defensivo y nosotros ofrecemos un servicio de conectividad muy necesario al que el consumidor no está dispuesto a renunciar. Y además, dentro del entorno más adverso, las compañías con mejor marca y mejor relación con el cliente son las que tienen el mejor de desempeño. En España tanto en el mercado residencial como en empresas los ingresos han crecido siete y tres trimestres consecutivos, respectivamente”.

En Reino Unido, subraya también que O2 ha crecido diez trimestres consecutivos en los ingresos de servicio, mientras que en Brasil los ingresos están un poco más planos porque se está produciendo una sustitución de fijo a móvil pero crece a buen ritmo el Ebitda y el flujo de caja. Por último, en Alemania, tras crecer fuertemente en 2016 y 2017 por las sinergias con ePlus, “en 2018 está más plano mientras empieza a acometer la siguiente ola de transformación que tiene que ver con la digitalización en Alemania y estamos empezando a tener resultados comerciales mejores los últimos trimestres porque ya hemos terminado la consolidación de la red”.

«Estamos afrontándo el 5G con muchísima racionalidad»

En su difícil tarea de gestionar las finanzas mientras otros directivos gestionan el negocio, se siente respaldada tanto por el presidente, José María Álvarez-Pallete, como por el consejero delegado, Ángel Vilá. “Los dos fueron antes directores financieros con lo cual tengo mucho viento de cola. También tengo visión de negocio, me escuchan mucho y nos complementamos muy bien. Formo parte del Comité Ejecutivo desde 2014 aunque soy directora financiera desde julio del 2017 y en el Comité tratamos todos los temas. Es una agenda común en beneficio del grupo y me siento muy apoyada”.

Política de igualdad

Abasolo también está muy involucrada en la política de igualdad como sponsor global del Comité de Diversidad de Telefónica. “Es un tema que me toca muy de cerca por ser mujer directiva y por el Comité de Diversidad que tenemos desde hace tres años. Nos pusimos un objetivo de tener un 30% de directivas en 2020, un objetivo ambicioso porque estamos simplificando la estructura y no hay tantas vacantes directivas, pero creíamos que era el mínimo al que tenemos que aspirar. Desde entonces, hemos puesto muchísimas iniciativas sobre la mesa. Conceptualmente estamos trabajando mucho en todo lo que tiene que ver con sensibilidad y concienciación. Todos los temas de igualdad de oportunidades al reclutar, en el desarrollo profesional y en la remuneración por supuesto. Tenemos programas de formación y de networking de mujeres que les den más visibilidad y aplicamos también el trabajo flexible. Nuestra política de designación para los directivos exige que en la lista final una de cada tres tiene que ser mujer, y si hablamos de contratación externa tiene que ser una de dos»

La directiva relata que el Comité de Transparencia en el que está el presidente, otros miembros del Comité Ejecutivo y ella se asegura que esa política se cumple. Hay también programas de formación como Women in Leadership por el que han pasado la mitad de las mujeres que se están promocionando, y medidas como el derecho a la desconexión digital. «El porcentaje de mujeres en nuestra plantilla es un 38% pero menores de 30 años es un 46% con lo cual estamos generando cantera. Hay que mostrar ejemplo y este es un tema que está en la agenda del presidente, del Comité Ejecutivo, del Consejo de Administración y del Comité de Nombramientos y Retribuciones, es decir, al mayor nivel de foco”, finaliza.


Fuente: El País