“Las previsiones son buenas, pero hay una amenaza que puede estropear este crecimiento, principalmente la conectividad en el turismo: el precio del petróleo y lo que pesa en el costo del billete”, analiza Mario Romero Mur, presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria. “Nuestra principal industria está creciendo especialmente por el turismo vacacional, pero hay regularlo bien para garantizar la seguridad del cliente y para eso tiene que estar fiscalizado”, añade.
En la misma línea opina el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (y miembro a su vez del Círculo), Agustín Manrique de Lara, que explica que “todos los datos de actividad económica son muy positivos, lo han sido en 2017 y en 2018 esperamos que sean, aproximadamente, similares”. Admite, eso sí, que el crecimiento puede suavizarse “un poco”, porque mantener esos ritmos “es muy complicado”, pero afirma que se mantendrán en datos de creación de empleo. “El crecimiento no está amenazado, ya está consolidado, pero sí hay factores que pueden desacelerarlo. “Entre ellos, la inestabilidad política que supone el brexit”.
“Nuestra comunidad tiene los índices de confianza empresarial de las más altos del país, hay una percepción de que al año acabará mejor que cuando empezó, sobre todo por la cifras de desempleo”, añade Manrique de Lara.
Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística vienen a confirmar esa percepción de mejora que se respira en la economía canaria. Canarias fue en el último cuatrimestre de 2017 la segunda comunidad con la variación más acentuada del Estado en número de deudores concursados, con una bajada del 35,5%, por detrás de La Rioja. En el otro extremo se sitúan Cantabria y Murcia, con un aumento del 20 y el 11,8% respectivamente. En 2017, solo 102 empresas de las islas se sometieron a un concurso de acreedores, es la quinta por la cola, frente a las 1.131 de Cataluña.
Canarias es una de las regiones con más empresarial, con un alza del 2,5% en la creación de empresas
Un descenso en estos procedimientos judiciales que, según el presidente de la CCE, se debe a la severa recesión que sufrió el archipiélago de actividad y de empleo, por tanto la corrección después también ha sido muy acusada con respecto a los datos nacionales. Ahora es cuestión de ir nivelándonos con la media nacional”.
“En el Círculo estamos acostumbrados a andar en todos los mares, pero estamos encantados con como van las cosas: crece el empleo, el indefinido coge cada vez más peso y eso permite mayor consumo”.
Si vemos en detalle esos 102 deudores del archipiélago del año pasado, vemos que 93 realizaron un concurso voluntario y 91 optaron por un procedimiento abreviado. Donde más se produjeron estos procesos fue en el sector del comercio, en hostelería y el inmobiliario. Muchas de ellas tenían entre uno y diez asalariados. Y hasta 23 empresas tenían más de 20 años de antigüedad.
“El sector servicios ha tenido una recuperación espectacular, pero al sector de la construcción le está costando más, aunque empiezan a ver ya cifras positivas. La obra pública todavía está muy paralizada en los presupuestos”, asegura Manrique de Lara. Romero Mur , entiende que los datos “reflejan también que está despuntando la emprendeduría. Sobre todo en sectores donde puede haber innovación, como la tecnología y el cine, o los nómadas digitales. Hay que apoyar estas nuevas actividades empresariales”.
Y para reconfirmar esta tendencia de crecimiento, eso sí sostenido, el INE ha lanzado esta misma semana las estadísticas de sociedades mercantiles que sitúan a Canarias como una de las comunidades con mayor dinamismo empresarial, con un alza del 2,5%, por detrás de Extremadura (60,4%) y La Rioja (17,2%).
En todo el 2017, se constituyeron 3.843 en Canarias, lo que supone un 0,7% más que en 2016 y la coloca como la comunidad con menor variación anual. Pero no podemos perder de vista el dato de destrucción de sociedades: 842 empresas. Es decir, no es reflejo de crecimiento, es más bien de estabilización de la economía canaria.
Un procedimiento complejo
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- Concursos. Un concurso de acreedores es un procedimiento judicial al que pueden acudir tanto empresas como particulares, cuando se encuentran en una situación de insolvencia. Su finalidad es doble: o intentar viabilizar a través de un convenio con sus acreedores o la liquidación ordenada de la sociedad vendiendo sus activos, explica Borja Rodríguez- Batllori. Abogado experto en Derecho Concursal del Despacho San Telmo Abogados.
- Recurso. “Durante la crisis económica muchas empresas acudieron al procedimiento concursal buscando una salida a su situación de insolvencia. Pocas consiguieron alcanzar un acuerdo con sus acreedores que posibilitara la continuidad de la actividad”, explica Batllori.
- Estabilidad. La situación se ha estabilizado. “Ya no existe ese boom de hace unos años, sobre todo en el sector de la construcción. Eses 35,5% menos de procesos concursales en Canarias respecto a 2016 puede ser reflejo de la estabilización de la economía”, sentencia Batllori.
Fuente: Cinco Días