La Reserva Federal se prepara para el que podría ser el segundo recorte consecutivo de los tipos de interés, lo que situaría de nuevo el precio del dinero en Estados Unidos por debajo del 2%. Jerome Powell, su presidente, contaría ya con los votos suficientes para actuar y alejar el riesgo de una recesión apoyando la economía. El dato de empleo de agosto cimentó este viernes la expectativa para la rebaja este mismo mes o, a más tardar, en octubre.

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El mes pasado se registraron 130.000 nuevos ocupados, una lectura que está por debajo de los 150.000 empleos que se anticipaban. Se modera respecto a los 159.000 de julio y los 178.000 de junio. El paro se mantiene por tercer mes en el 3,7%. El indicador confirma que la economía crece, aunque no tanto como en 2018. Pero más que el dato concreto, estaba vez la atención se centraba en ver cuál sería la reacción del mercado pensando en la Fed.

La evolución del empleo se conoció unas horas antes de una intervención pública de Powell, la última de un miembro de la Fed antes de la reunión que se celebrará en menos de dos semanas. En la que hizo hace en la cumbre de banqueros centrales en Jackson Hole reconoció que las condiciones económicas se hicieron más turbulentas desde el recorte de julio, pero evitó dar indicaciones precisas sobre lo que hará.

Esta semana se publicó también el Libro Beige, en el que el banco central examina el estado de la economía. Califica el crecimiento de modesto y lo atribuye en parte a la incertidumbre por los aranceles en el sector de la manufactura y el agrícola. El indicador de actividad industrial de agosto también reflejó una ligera contracción, la primera en tres años. Pese a ello, reina el optimismo a corto plazo.

La debilidad en el sector industrial y el agrícola no es suficiente para llevar a la economía de EE UU hacia la recesión. La previsión de la Fed es que la expansión continúa a un ritmo próximo del 2% durante la segunda mitad del año. La gran cuestión en este momento es cuándo el alza de los aranceles empezará a llegar al consumidor, a través de un incremento de los precios que pagan por los productos.

División interna

Los miembros de la Fed están divididos sobre la respuesta que se debe dar en este momento a los temores de una moderación mayor en el crecimiento económico. Hay tres grupos, a partir de las intervenciones públicas. Los contrarios al recorte, como Eric Rosengren, dicen que el crecimiento actual no justifica actuar. En el otro extremo está James Bullard, partidario de rebajar medio punto ya.

En medio están los partidarios, como John Williams, a seguir de cerca la evolución de los datos y estar listos para actuar de la manera apropiada. En el parqué creen que la apuesta más segura es recortar los tipos otro cuarto de punto en la reunión que concluye el 18 de septiembre, y de nuevo en diciembre. El presidente Donald Trump presiona para que la rebaja sea de un punto porcentual y critica con dureza a Jerome Powell.

Larry Kudlow, el principal asesor económico de la Casa Blanca, calificó el indicador de empleo de “sólido” e indicó que agosto suele ser un mes complicado. También señaló que los salarios subieron un 3,2% en el año y repuntaron un 4,2% en el trimestre. El potencial de crecimiento, añaden los asesores del presidente, sería mayor sin el lastre de los tipos de interés y superaría el 3%.

Fuente: El País