La reforma fiscal de Estados Unidos ha salvado las cuentas de Iberdrola, que ha podido capear de este modo las condiciones adversas de la climatología y a las pérdidas imputadas por la filial de ingeniería. En concreto, el cambio del impuesto de sociedades en Estados Unidos ha aportado 1.284 millones de euros al beneficio neto.

La partida de impuestos pasa de arrojar pérdidas de 935 millones a beneficios de 1.397 millones. El impacto de la reforma estadounidense ha sido positivo en 2.026 millones por los impuestos diferidos al bajar el tipo de gravamen y de 742 millones negativos por ajustes en la recuperación de créditos fiscales y efecto de minoritarios. De este modo, el resultado neto ha sido un 3,7% superior al del año pasado, cerrando en 2.804 millones de euros. El dato es superior a las previsiones de los analistas, que apuntaban a 2.590 millones de beneficio.

En términos operativos las cuentas se han visto muy condicionadas por el clima. la producción hidroeléctrica en España ha sido la mitad que el año pasado, lo que se ha notado en el mal comportamiento del negocio  de generación. Con todo, el margen crece el 3,3% gracias a la incorporación al perímetro empresarial de la brasileña Neoenergia. El resultado neto de explotación, no obstante, se desploma un 42% dado que Iberdrola ha aprovechado los extraordinarios de la reforma fiscal para hacer saneamientos.

Los tipos de cambio y la climatología en el Reino Unido (donde el invierno ha sido relativamente suave, reduciendo la demanda) también han tenido impacto negativo en las cuentas.  Las provisiones se disparan de 173 a 1.422 millones de euros por saneamientos en el negocio de gas de Estados unidos y el citado ajuste de valor de las renovables en ese país, al hilo también de la reforma fiscal. 

Iberdrola también ha anunciado hoy su plan estratégico hasta 2022, año en el que prevé alcanzar un beneficio neto de entre 3.500 y 3.700 millones de euros, de acuerdo con las estimaciones actuales de tipos de cambio. La estimación para 2022 es de un ebitda de entre 11.500 y 12.000 millones de euros. Iberdrola prevé además elevar sus inversiones netas hasta alcanzar los 32.000 millones en 2022 y mejorar su ROE desde el 7,8% de 2017 a entre el 8,5% y el 9% en 2022.

En cuanto al dividendo, prevé una retribución en línea con el crecimiento de beneficios, con lo que alcanzaría los 0,4 euros de retribución por acción en 2022, con un pay out de entre el 65% y el 75%. La compañía prevé conservar el modelo de scrip dividend, renunciando así al pago íntegro en metálico.

Fuente: Cinco Días