Hubo cajas de ahorros que apostaron por la prudencia y, pese a su tamaño, o quizás por eso, por su pequeña dimensión han logrado sobrevivir sin tener que transformarse en bancos, como ha ocurrido al resto de las antiguas cajas de ahorros que no han desaparecido. Estas son Caixa Ontinyent y Caixa Pollença. Sus responsables, además del presidente de la cooperativa Caja de Ingenieros, acudieron ayer a la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera para defender la gestión “prudente” que llevaron a cabo durante esa etapa y su “mayor sensibilidad” al riesgo.

Las declaraciones de los tres directivos fueron correspondidas con unas palabras de agradecimiento por parte de la presidenta de la comisión de investigación de la crisis financiera, la diputada por Coalición Canaria Ana Oramas. La política recordó que eran las únicas cajas de ahorros supervivientes gracias a su honradez y las puso como ejemplo de entidades que prestan servicio a la sociedad. E hizo mención a una canción canaria, “las chicas ganan, las grandes pierden”.

En su intervención los directivos aseguraron que sus respectivas entidades basaron su estrategia en una mayor sensibilidad al riesgo, sacrificando crecer elevadamente en la concesión de créditos, sobre todo en el sector inmobiliario. Así lo señalaron el director general de Caixa Ontinyent, Vicent Penadés; el presidente de Colonya-Caixa d’Estalvis de Pollença, Josep Antoni Cifre, y el presidente de Caixa Enginyers, José Oriol Sala.

El director general de Caixa Ontinyent destacó que la caja presentaba al inicio de la crisis una posición “mejor” que el sector bancario, ya que la exposición inmobiliaria era menor, “y como consecuencia unas menores necesidades de financiación” en el mercado mayorista.

Explicó que con las crisis vividas en los años ochenta y noventa “entendimos lo que suponía hacerse cargo de promociones de vivienda” y “esta experiencia nos hizo especialmente sensibles”. El director general de Caixa Ontinyent, Vicente Penadés, ha defendido
El director general de Caixa Ontinyent defendió el papel jugado por el Banco de España en la fase de expansión crediticia previa a la crisis financiera, al asegurar que el Banco de España alertó sucesivamente, en varias reuniones anuales, del riesgo de concentrar inversión en el sector inmobiliario.

Penadés señaló que el supervisor les alertó “de las dificultades que podría acarrear la concentración de inversión en el sector inmobiliario y, en especial, en el suelo”. Cifre destacó, por su parte, que la dependencia financiera de la entidad respecto a los mercados “era y sigue siendo nula” y sus niveles de solvencia se han mantenido superiores a los del sector durante la crisis. “No tuvimos necesidades adicionales de capital, por lo que no hemos precisado de ningún tipo de ayuda financiera pública”.

Añadió que la entidad siempre ha apostado por crecimientos “prudentes y sostenidos, nunca nos obsesionamos con el tamaño al objeto de conseguir influencias”, y la gestión se caracterizó por la “ausencia de intereses particulares o injerencias políticas en inversiones crediticias”.

Josep Antoni Cifre defendió la labor que han llevado a cabo las cajas de ahorros, entidades que a su parecer “no son un problema” y sí “su mala utilización”. Indicó, además, que observa “con preocupación” la situación del sector, con una reducción “significativa del número de entidades, de oficinas y de aportaciones a obra social”. De hecho, los tres directivos hicieron referencia en sus intervenciones a la exclusión financiera de una parte de la población, y defendieron la presencia de oficinas en las zonas rurales, pese a su baja o nula rentabilidad.

“Una solida red de cajas, bancos y cooperativas es enormemente positiva y una garantía de competencia que beneficiará al sector”, explicó Cifre. El presidente de Caja de Ingenieros coincidió en la defensa de una “cultura del riesgo muy intensa” y la “prudencia”. Añadió que de las 62 cooperativas de crédito españolas, “ninguna de ellas ha necesitado ayudas ni reestructuraciones durante la crisis”. Oriol Sala destacó que la cooperativa “nunca ha entrado en cuestiones políticas ni ha tenido políticos en sus órganos de gobierno”, ni tampoco ha cerrado oficinas ni ha despedido empleados.

En su lugar, señaló que “hemos transitado por la crisis construyendo futuro, ampliando la base de servicios, absorbiendo los requisitos regulatorios” y en un contexto en el que dijo que “parecía no estar de moda si uno no se fusionaba”. Señaló que la Caja de Ingenieros logró mayores crecimientos en el periodo de coyuntura económica que antes de 2008.

Caixa Ontinyent, Pollença, y la Caja de Ingenieros demandaron, por su parte proporcionalidad en la regulación del sistema financiero, ya que, según han denunciado, estas entidades están sometidas a la misma normativa que los grandes bancos, algo que ven excesivo. De la misma manera, Penadés criticó que el BCE no piense en las cajas de ahorros, ni en las cooperativas, que deben hacer grandes esfuerzos para cumplir con la normativa de supervisión y regulación.

Ontinyent, Pollensa y Caja de Ingenieros reclaman proporcionalidad regulatoria

Caixa Ontinyent, Pollensa, y la Caja de Ingenieros han demandado proporcionalidad en la regulación del sistema financiero, ya que, según han denunciado, estas entidades están sometidas a la misma normativa que los grandes bancos, algo que ven excesivo.

Así se han expresado hoy el presidente de Colonia-Caixa d’Estalvis de Pollensa, Josep Antoni Cifre; el de Caja de Ingenieros, José Oriol Sala; y el director general de Caixa Ontinyent, Vicent Penadés, durante su comparecencia en la Comisión del Congreso que estudia el origen de
la crisis financiera en España.

En sus intervenciones, los tres directivos han coincidido en solicitar proporcionalidad a la hora de aplicar la regulación bancaria, para que así se ajuste a cada tipo de entidad, tal y como ha pedido Oriol Sala. De la misma manera, Penadés ha criticado que el Banco Central Europeo (BCE) no piense en las cajas de ahorros, ni en las cooperativas, que deben hacer grandes esfuerzos para cumplir con la normativa de supervisión y regulación.

«Nos sobra normativa para lo que es una banca simple, poco compleja
y poco grande», ha asegurado. Igualmente, Cifre ha denunciado que estas entidades están sometidas a la misma normativa que las grandes entidades, algo que, a su parecer, es «excesivo», ya que la actividad que realizan estas entidades «no está provocando un riesgo» que justifique esa inversión de tiempo que deben hacer para cumplir con los requerimientos.

Fuente: Cinco Días