Responsables de las cajas de ahorros que sobrevivieron a la crisis defendieron este martes la gestión «prudente» que llevaron a cabo durante esa etapa y su «mayor sensibilidad» al riesgo.

Así lo señalaron el director general de Caixa Ontinyent, Vicent Penadés; el presidente de Colonia-Caixa d’Estalvis de Pollença, Josep Antoni Cifre, y el presidente de Caixa Enginyers, José Oriol Sala, en la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera en el Congreso de los Diputados.

Desde Caixa Ontinyent, el director general destacó que la caja presentaba al inicio de la crisis una posición «mejor» que el sector bancario, ya que la exposición inmobiliaria era menor.

La gestión en la entidad durante la crisis se caracterizó por un «menor crecimiento del crédito, menor concentración en el sector de la construcción, y como consecuencia unas menores necesidades de financiación» en el mercado mayorista, señaló Penadés.

«Esta actitud más prudente estuvo basada en una mayor sensibilidad al riesgo», según el director general, quien explicó que con las crisis vividas en los años 80 y 90 «entendimos lo que suponía hacerse cargo de promociones de vivienda» y «esta experiencia nos hizo especialmente
sensibles».

Por su parte, el presidente de Colonia-Caixa d’Estalvis de Pollença destacó que la dependencia financiera de la entidad respecto a los mercados «era y sigue siendo nula» y sus niveles de solvencia se han mantenido superiores a los del sector durante la crisis. «No tuvimos necesidades
adicionales de capital, por lo que no hemos precisado de ningún tipo de ayuda financiera pública», subrayó Cifre.

El responsable de la caja también explicó que siempre se ha apostado por crecimientos «prudentes y sostenidos, nunca nos obsesionamos con el tamaño al objeto de conseguir influencias», y la gestión se caracterizó por la «ausencia de intereses particulares o injerencias políticas en inversiones crediticias».

Tras 10 años desde el inicio de la crisis, Cifre indicó que observa «con preocupación» la situación del sector, con una reducción «significativa» del número de entidades, de oficinas y de aportaciones a obra social.

Desde la caja de ingenieros, su presidente se manifestó en la misma línea, defendiendo la «cultura del riesgo muy intensa» y la «prudencia» que ha definido a la entidad.
De las 62 cooperativas de crédito existentes en España, «ninguna de ellas ha necesitado ayudas ni reestructuraciones durante la crisis», valoró.

En lo que respecta al modelo de gestión de la caja, Sala destacó que la cooperativa «nunca ha entrado en cuestiones políticas ni ha tenido políticos en sus órganos de gobierno», ni tampoco ha cerrado oficinas ni ha despedido empleados.

En su lugar, señaló que «hemos transitado por la crisis construyendo futuro, ampliando la base de servicios, absorbiendo los requisitos regulatorios» y en un contexto en el que dijo que «parecía no estar de moda si uno no se fusionaba». Con todo ello, Sala indicó que la caja de ingenieros
logró mayores crecimientos en el periodo de coyuntura económica que antes de 2008.

Ontinyent, Pollensa y Caja de Ingenieros reclaman proporcionalidad regulatoria

Caixa Ontinyent, Pollensa, y la Caja de Ingenieros han demandado proporcionalidad en la regulación del sistema financiero, ya que, según han denunciado, estas entidades están sometidas a la misma normativa que los grandes bancos, algo que ven excesivo.

Así se han expresado hoy el presidente de Colonia-Caixa d’Estalvis de Pollensa, Josep Antoni Cifre; el de Caja de Ingenieros, José Oriol Sala; y el director general de Caixa Ontinyent, Vicent Penadés, durante su comparecencia en la Comisión del Congreso que estudia el origen de
la crisis financiera en España.

En sus intervenciones, los tres directivos han coincidido en solicitar proporcionalidad a la hora de aplicar la regulación bancaria, para que así se ajuste a cada tipo de entidad, tal y como ha pedido Oriol Sala. De la misma manera, Penadés ha criticado que el Banco Central Europeo (BCE) no piense en las cajas de ahorros, ni en las cooperativas, que deben hacer grandes esfuerzos para cumplir con la normativa de supervisión
y regulación.

«Nos sobra normativa para lo que es una banca simple, poco compleja
y poco grande», ha asegurado.

Igualmente, Cifre ha denunciado que estas entidades están sometidas
a la misma normativa que las grandes entidades, algo que, a su parecer,
es «excesivo», ya que la actividad que realizan estas entidades «no está
provocando un riesgo» que justifique esa inversión de tiempo que deben
hacer para cumplir con los requerimientos.

Fuente: Cinco Días