El cava conserva el gas. Las ventas superaron en 2017 por primera vez el techo de los 250 millones de botellas, gracias a unas exportaciones que escalan a buen ritmo, un 2% más que en 2016, y a una recuperación del consumo en el mercado doméstico. Sin embargo, los efectos del agitado clima político catalán ralentizaron las ventas durante el tramo final del año. «Ahí perdimos parte de la ventaja que llevábamos», ha destacado Pedro Bonet, presidente del Consejo Regulador del Cava durante la presentación del informe económico 2017.

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El cava vive con el corazón en un puño los acontecimientos políticos que se viven en Cataluña. El Consejo Regulador es consciente de que el cava es un producto muy sensible ante posibles boicots y algunos malos augurios presagiaban un año negro tras el desafío independentista catalán. «El ruido mediático siempre afecta, y el ruido del último cuatrimestre del año fue extraordinario», ha lamentado Pedro Bonet.

Cataluña produce el 95% del cava que sale al mercado. En términos globales, el sector se felicita porque los vaticinios más pesimistas no se han cumplido y las ventas han superado los 252 millones de botellas, una cifra un 3% superior a la de 2016 y que no tiene precedentes. Además, en términos de facturación, los 1.149 millones de euros embolsados indican que el incremento de valor de las ventas es mayor al aumento del volumen. El precio medio de una botella es de 4,5 euros. «Estamos valorando mejor al producto», señala el Consejo Regulador, que aplaude que el cava premium haya ganado un 10,7% de penetración después de varios años en los que la marca blanca iba comiendo más cuota.

Crecimiento en otras comunidades

Pero no todo son brindis entre los cavistas. Las cifras revelan un crecimiento del 16% del negocio de las bodegas que producen cava fuera de Cataluña, esto es, La Rioja, Navarra, Álava, Extremadura, Aragón o Valencia. Mientras, las bodegas catalanas han crecido solo un 3%. Pedro Bonet pone de relieve que los productores no catalanes juegan con un margen de desarrollo mucho mayor pero admite que semejante salto interanual es insólito. «Cuando yo llegué a la presidencia de lo DO Cava las bodegas catalanas representaban más del 97% de la producción, ahora son el 95,3%», afirma. Hace cinco años que ostenta el mandato y habrá elecciones en breve.

El informe económico del Consejo Regulador señala expresamente que las «turbulencias políticas» del último tramo del año han «moderado» el que estaba llamado a ser un año «brillante». Pese a la desaceleración postveraniega, el mercado interior ha absorbido más de 90 millones de botellas, un 4,7% más, y la exportación se ha mantenido en verde con un incremento del 2%. En este sentido, Alemania vuelve a encabezar el ránking de países compradores, tras ser desplazada el año pasado por Bélgica. El Reino Unido, tercer país de la lista exportadora, registró una caída de la demanda del 13%, circunstancia que coincide con una disminución de las ventas del cava low cost.

El cava se exporta actualmente a 140 países. El Consejo Regulador destaca que en 1987 apenas una docena de elaboradores se atrevían con las ventas al extranjero. En treinta años la exportación ha crecido un 300%, hasta despachar 162 millones de botellas.

Fuente: El País