El grupo Time Inc. es desde hace casi un siglo un referente informativo en EE UU. A través de sus publicaciones impresas y electrónicas llega a 230 millones de consumidores. Pero esta base de lectores y su reputación ya no son una garantía de rentabilidad. Sus ingresos caen a un ritmo anual de casi el 10% y las pérdidas acumulas los nueve primeros meses del año rondan los 60 millones de dólares (51 millones de euros).

La coyuntura es compleja, también para los nuevos medios como Mashable, que hicieron de precursores en la transición de la era del papel al digital. El portal de información tecnológica empezó a publicar en 2005. Hace un año y medio se valoraba la compañía en 250 millones de dólares (213 millones de euros), un precio idéntico al que pagó Jeff Bezos, dueño de Amazon, por el editor del venerable periódico The Washington Post. Pero el escepticismo que reina hacia los medios digitales mermó su atractivo para captar el efectivo que necesita para financiar sus operaciones. Una semana antes que Time Inc, Mashable se puso en manos de Ziff Davis, editor de PC Magazine y Geek, por solo 50 millones de dólares (42,5 millones de euros). El portal trató de centrarse en el contenido audiovisual para elevar los ingresos. Pero las cuentas están en rojo.

La ansiedad en la industria de medios es elevada. BuzzFeed, un grupo online con éxito de público gracias al contenido viral, no es ajena a la tensión. Acaba de congelar su plan para colocar parte de su capital en Wall Street. Los ingresos que generará este año están un 20% por debajo del objetivo. Esperaba cerrar 2017 con una cifra de negocio próxima a los 350 millones de dólares (298 millones de euros). Pero los inversores están nerviosos, porque su rápida expansión está disparando los costes y eso afecta a su rentabilidad a medio plazo. Jonah Peretti, su consejero delegado, comunicó a sus empleados en una nota interna que debía someter a la compañía a una reestructuración que afectará al 8% de la plantilla en Estados Unidos. «Nuestra estrategia evoluciona y nuestra organización también», justificó Peretti.

Vice Media, el gran referente entre los nuevos medios digitales, tampoco va a alcanzar el objetivo de 800 millones de dólares (682 millones de euros) en ingresos. Al igual que BuzzFeed, insiste en que su facturación crece y también las visitas a su contenido, así como la implicación de los usuarios. Y tratan de diversificar sus ingresos vía comercio electrónico, licencias y la producción de contenido audiovisual propio.

Dueños de la publicidad

Porque cuanto más dependiente es un medio es de los ingresos por publicidad, más vulnerable es su negocio. Para entender dónde está la amenaza hay que fijarse en los resultados de Google y Facebook. Juntas controlan dos terceras partes de la tarta de la publicidad online en EE UU, según eMarketer, y se llevan el 90% del incremento de los ingresos publicitarios. El resto de plataformas pelea por lo que queda.

Este año va a ser el primero en el que la publicidad online va a superar en EE UU a la que se emite en las cadenas de televisión. El dominio de Facebook y de Google, además, crece porque cuentan con una masa ingente de efectivo que pueden invertir en el desarrollo de servicios que emulan a los de sus competidores. La brecha es enorme. El objetivo de ingresos de Vice Media este año es doce veces menor de lo que facturó por esa vía Facebook solo en el tercer trimestre, lo que muestra lo complicado que tiene para ganar escala.

Nuevas colaboraciones

Vice Media, con una valoración de 5.700 millones, tiene entre sus principales inversores al fondo TPG. BuzzFeed, valorada en 1.700 millones, cuenta con el respaldo entre otros el grupo de medios NBC Universal. La teoría es que la audiencia más joven se alejando de la televisión y la prensa tradicional para consumir a través de sus móviles. Es lo que vio Verizon al compra AOL y Yahoo.

AT&T y Time Warner justifica también su fusión como una vía para tener más peso y disputar los contratos de publicidad online. Esa consolidación provocó que Disney, Comcast y Verizon se interesaran por los activos de entretenimiento de Twenty-First Century Fox, lo que podría llevar a su vez a los Murdoch a reunificar los canales de noticias con la división editorial News Corp, que separó en 2014.

La agencia que supervisa el sector de las comunicaciones acaba de eliminar, además, las restricciones que desde hace cuatro décadas impedían a las emisores de televisión locales tener en propiedad cabeceras de periódicos o radios en el mismo mercado. El cambio se produce precisamente cuando Sinclair Broadcast Group está tratando de cerrar con los reguladores la compra de Tribune Media.

La FCC, que propone también desregular el acceso a Internet, argumenta que estas restricciones ya no son relevantes con los nuevos recursos de publicidad online y la circulación de la prensa tradicional cayendo. Considera por eso imperativo que sus propietarios tengan más opciones para ganar escala y así tener la oportunidad de competir frente a los grandes gigantes de Internet, en lugar de morir.

Fuente: El País