Los fabricantes de smartphones se batirán en los próximos años con una nueva arma: la inteligencia artificial. La pelea vivida durante años por ofrecer al cliente las mejores pantallas y cámaras, por darle más gigas o una mejor batería y gráfica continuará, pero desde hace meses el discurso de Apple, Huawei, Google o Samsung ha cambiado. Ahora, cuando hablan de sus últimos móviles –los más sofisticados– prefieren poner foco en los nuevos chips neuronales o asistentes virtuales que incorporan y que permiten ayudar a personalizar más el teléfono, o anticipar las acciones o intereses de los usuarios.
La carrera por dominar tecnologías como el machine learning o por crear chips neuronales –que tratan de imitar el cerebro humano– está en marcha. Desde hace días y hasta hoy el mercado dará la bienvenida a un puñado de smartphones que presumen de inteligencia, de ser capaces de sacar conclusiones y decidir cuál es la mejor forma de actuar:el iPhone X de Apple, el Mate 10 de Huawei, el Pixel 2 XL de Google o el Galaxy Note 8 de Samsung.
Esta inteligencia –que a medida que avance tendrá más capacidades predictivas para aprender de los usuarios y anticiparse a sus necesidades– permite ya traducir idiomas en tiempo real, responder a comandos de voz o aprovechar la ventaja de la realidad aumentada, que superpone texto, sonido, gráficos y vídeo en imágenes reales que los usuarios del móvil tienen en frente.
Huawei, tercer mayor fabricante de smartphones del mundo, ha incluido, por ejemplo, en su nuevo Mate 10 un procesador llamado Kirin 970 que cuenta con una unidad dedicada de procesamiento neuronal. La inteligencia del dispositivo, según ha explicado la compañía, permite que su cámara de fotos detecte qué se va a fotografiar y selecciona de forma automática la configuración de los parámetros más adecuados para optimizar la instantánea. Así, por ejemplo, sabe en una fracción de segundo si se está tomando una foto a un perro o a un gato y hace los ajustes (nivel ISO y profundidad de campo, entre otras cosas) teniendo en cuenta que los ojos de los gatos son más reflectantes que los de los perros y que son por lo general más pequeños de tamaño que estos.
Los algoritmos de control de la cámara del Mate 10 han sido entrenados con más de 100 millones de imágenes para enseñarles a reconocer diferentes escenarios y elementos. El nuevo terminal de la compañía china –que quiere superar a Apple para 2019– también permite, gracias a esa unidad dedicada a inteligencia artificial, la traducción casi simultánea de textos en imágenes de 50 idiomas y la reducción del ruido de fondo en las llamadas, pues el terminal distingue qué sonidos son las voces humanas en primer plano y qué es sonido superfluo.
Apple también ha presentado junto con su último móvil estrella, el iPhone X, el procesador A11 Bionic, el primero de la compañía que integra un motor neural capaz de analizar su entorno y reaccionar en consecuencia. Esta tecnología será utilizada para el sistema de reconocimiento facial que incorpora el terminal (y detectar mejor y sin fallos los rostros para activar el móvil). La compañía pretende evitar así los fallos que tuvieron anteriores tecnologías, echando mano del machine learning. De tal forma, que el móvil –que irá actualizando las representaciones matemáticas de la cara de los usuarios– sabrá reconocer a sus propietarios pese a que vaya envejeciendo.
El iPhone X, que gracias a su A11 Bionic y su cámara captura y analiza más de 50 movimientos de los músculos de la cara, tiene herramientas que le permiten reconocer al usuario incluso aunque su cara sufra cambios bruscos como resultado de un afeitado o maquillaje, por ejemplo. El Apple A11 Bionic es capaz de ejecutar 600.000 millones de operaciones por segundo gracias a sus 4,3 millones de transistores, pero sobre todo gracias a su motor neural.
En cuanto a Google, el gigante de internet también tiene una clara apuesta por la inteligencia artificial y ha incluido en sus nuevos Pixel 2 funcionalidades que la explotan. Por ejemplo, el terminal reconoce la música que suena cerca del usuario en tiempo real utilizando el aprendizaje automático (el dispositivo lleva miles de canciones que se han comprimido en una pequeña biblioteca al móvil). También incorpora Google Lens, herramientas de inteligencia visual basada en avances en visión artificial y aprendizaje automático que permite identificar objetos como libros, obras de arte, monumentos o álbumes de música, entre otras cosas y brindar información al respecto.
El móvil también se toma la libertad de sugerir accesos directos automáticamente, reconociendo números de teléfono, direcciones o URL para poder llamar, navegar o buscar en Google. Y utiliza el aprendizaje automatizado para definir (entre otras cosas) la exposición de la foto y en el foco del modo retrato.
Asistentes virtuales: la puerta a los servicios digitales
Para el analista Jaime García Cantero, la inteligencia artificial va a ser una tecnología completamente ubicua y va a jugar un rol crítico en la interfaz de usuario. “Los asistentes virtuales, por ejemplo, van a ser la puerta de entrada a los servicios digitales y pueden jugar un rol tal importante o más como el que jugaron los navegadores o los buscadores en el mundo internet”.
Samsung tiene, en esa línea, una gran apuesta: su asistente virtual Bixby en sus móviles Galaxy S8 y Note 8. Hace pocos días presentó la segunda versión de este mayordomo digital que, gracias a la inteligencia artificial, aprende de las rutinas del usuario para anticiparse a lo que necesita. La nueva versión, según explicó, mejora su capacidad predictiva y de procesamiento del lenguaje natural. El objetivo de la compañía es llevar Bixby a otros dispositivos, incluso a aquellos que son compartidos como un televisor. El usuario podrá pedirle que ponga su programa favorito, que será diferente al de otro miembro de la familia. Apple y Google también disponen desde hace tiempo de sus propios asistentes virtuales
Los fabricantes de chips, como Qualcomm, Intel, AMD y MediaTek, también quieren estar listos para esta oleada de smartphones con inteligencia artificial. El primero aseguró recientemente que sus nuevos Snapdragon 835, el chip que da vida a muchos de los móviles de gama alta de ese año, “ya está preparado para la inteligencia artificial” y para manejar contenidos de realidad virtual y aumentada.
Fuente: Cinco Días