El grupo hotelero NH está en plena expansión. La compañía presidida por Alfredo Fernández cuenta con cerca de 380 hoteles y 60.000 habitaciones, estando presente en 30 países de Europa, América y África, pero ya tiene una cartera de proyectos firmados para abrir 30 hoteles y ampliar su oferta en 5.000 habitaciones.

Tras mejorar su ebitda casi un 30% en 2017, hasta 237,3 millones de euros, su ambición es elevarlo este año a 260 millones. Eso sí, sobre la firma pesa la incertidumbre asociada a la venta de la participación del 29,5% por parte del grupo chino HNA, expulsado del consejo en 2016.

Descartada la fusión con Barceló, la cadena busca crecer, especialmente en los segmentos de lujo y vacacional que complementen su portafolio urbano, y dentro de un mercado muy atomizado (con más de 500 grupos hoteleros a nivel mundial) cuya tendencia es la consolidación, según reconocen los grandes operadores. El sector turístico es de alto carácter procíclico, beneficiándose ahora del impulso económico mundial (la llegada de turistas internacionales alcanzó los 1.322 millones en 2017, según la OMT).

En este contexto, la expectativa de nuevas fusiones crece, ante la competitividad de las nuevas formas de alojamiento que proliferan, así como por la previsión del incremento del coste de financiación, dada la tendencia global de normalización de la política monetaria.

Bajo estas circunstancias, desde Axesor opinamos que NH ha mejorado su situación financiera respecto a ejercicios anteriores y ahora se apoya en una autonomía financiera sólida (el patrimonio neto representa el 46,6% del total de la financiación). Teniendo en cuenta esto, más la influencia positiva del auge general del sector, otorgamos a NH un rating no solicitado de BB- con tendencia estable.Consideramos que la compañía tendrá capacidad suficiente para atender sus obligaciones de corto plazo. Su modelo de gestión permite una alta conversión de ebitda en caja (un promedio del 89,5% en los últimos tres años) y una posición de tesorería holgada.

La firma cuenta con 76 millones en caja y unas líneas de crédito no dispuestas de 316 millones, que le permitirían hacer frente a eventos tales como una eventual no conversión en acciones de los bonos convertibles por importe de 250 millones emitidos en 2013, que vencen en el actual ejercicio.La estrategia de control de costes y el proceso de refinanciación acometido ha mejorado las condiciones de financiación y ha alargado el vencimiento de la deuda, favoreciendo su flexibilidad financiera. Este aspecto, sumado a una positiva generación de caja que ha permitido amortizaciones anticipadas (el año pasado desembolsó 100 millones para completar la amortización de las obligaciones que vencían en 2019) ha mejorado el perfil de deuda. Así, la deuda financiera neta ha pasado de 810,67 millones de euros en 2015 a 636,6 millones en 2017, mientras que el ratio DFN/ebitda ha pasado de 5,08 a 2,68 veces.

Pese a todo ello, su endeudamiento financiero en relación con la capacidad de generación de recursos es superior al de sus competidores y aún afronta hitos como el vencimiento en 2023 de 400 millones en bonos, asumible bajo un escenario de continuidad en el negocio.La compañía sigue tomando medidas para optimizar sus niveles de endeudamiento: recientemente la cadena vendió su hotel NH Collection Barbizon Palace de Ámsterdam, que le ha supuesto unos ingresos de 155,5 millones de euros. NH seguirá gestionando el hotel en régimen de alquiler, profundizando así en la estrategia de asset light, gestión sin la propiedad de los activos, que permite optimizar la inversión de recursos.

El turismo está en apogeo y más en España, donde se espera un nuevo récord de visitantes este año, que supere los buenos datos cosechados en 2017. Dada la fuerte competitividad en el sector de alojamiento, el grupo NH tendrá que emplearse a fondo para beneficiarse de esas grandes expectativas.

Fuente: Cinco Días