La Diana Esade, publicada este martes, utiliza como materia prima la encuesta que la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) realiza entre 17 servicios de análisis y plasma en un panel, al que también incorpora las previsiones del Gobierno, el Banco de España, la Comisión Europea, el FMI y la OCDE. El panel de Funcas se publica cada dos meses, pero la escuela de negocios se fija en lo que se predice en septiembre para el año siguiente. «Es el momento en el que la mayoría de los empresarios y directivos realizan sus presupuestos», argumenta Esade. Y contrasta los vaticinios con los primeros datos oficiales. Un examen que evidencia que la predicción de los expertos sobre cuál iba a ser el crecimiento de la economía española en 2017 se quedó muy corta. 

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La primera estimación oficial del crecimiento del PIB en 2017, publicada hace tres semanas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arroja una tasa anual del 3,1%, un avance que batió todas las previsiones realizadas al inicio del otoño anterior. No es solo que la media de los pronósticos se quedara lejos, es que ni siquiera los más optimistas entre los servicios de estudios se acercaron: los gabinetes de estudios de la agencia española de rating Axesor y de la petrolera Repsol, los más atinados, anticiparon un crecimiento del 2,6%, mientras Bankia y la Comisión Europea lo dejaban en el 2,5%. Las predicciones más desviadas fueron esta vez las de Ceprede (1,9%), Intermoney (2%), Instituto Flores de Lemus (2,1%) y FMI (2,1%).

El contraste entre las predicciones y la realidad ya había dejado claro que las recesiones son casi imposibles de detectar para los que se dedican a otear el horizonte económico. Los descensos bruscos desarbolan las previsiones. Es lo que ocurrió con la Gran Recesión de 2009. Y lo que volvió a pasar en 2012, tras la crisis de la deuda pública europea. En ambos casos, el desfase de la predicción respecto al crecimiento real rondó los 4 puntos porcentuales si se tienen en cuenta las últimas revisiones del PIB que ha hecho el INE -la Diana Esade se limita a comparar con el primer dato conocido en enero de cada año-.  Menos frecuente es que, en el cuarto año de la recuperación, la desviación vuelva a ampliarse (0,8 puntos frente a los 0,5 puntos porcentuales de 2016).

¿Quién acertó más con sus previsiones de 2017? España batió todos los pronósticos

Las predicciones económicas se nutren de identificar tendencias a partir de datos casi simultáneos al pronóstico o de lo acontecido en el pasado más próximo. Y ahí está también su tendón de Aquiles. Porque parte del error de predicción sobre lo que iba a ocurrir en 2017 se alimentó en el propio 2016. Los expertos anticiparon que en la segunda mitad de aquel año la recuperación perdería fuelle, pero no fue así y la fortaleza del crecimiento se prolongó: para el paso de 2016 a 2017, los expertos vaticinaban que el PIB crecería a tasas intertrimestrales del 0,5%, pero hasta ahora el avance trimestral no ha bajado del 0,7%.

El INE solo ha suministrado un primer adelanto del crecimiento del PIB en 2017, sin entrar aún en detalles. Y la Diana Esade no aporta ninguna explicación sobre dónde radicaría el error de previsión. Pero la última proyección del Banco de España (a 30 de noviembre de 2016), con información real ya muy cercana a la fecha de cierre da algunas pistas. En septiembre de 2016, los expertos del panel de Funcas pensaban que la demanda nacional iba a aportar 2,2 puntos porcentuales al crecimiento de 2017, mientras que la contribución del sector exterior se quedaría en 0,1 puntos. El Banco de España, sin embargo, dibuja una aportación superior (2,6 y 0,5 respectivamente) desde ambos frentes.

La tasa de paro, por debajo de lo previsto

En el caso de la demanda nacional, es el consumo público (el Banco de España estima ahora un aumento del 1,1% frente al 0,6% previsto en septiembre de 2016 en el panel de Funcas)  y la inversión (5% frente a 4%), lo que explicaría que el crecimiento real haya superado los pronósticos. El consumo privado, sin embargo, se ha comportado como se preveía. Y en el sector exterior, las exportaciones habrían vuelto a crecer a mayor ritmo que las importaciones, cuando los analistas creían que eso no iba a suceder ya en 2017. 

Los servicios de estudios tampoco estuvieron acertados al predecir cómo evolucionaría el empleo. De nuevo, la economía española se comportó mejor de lo esperado. La previsión media fue que la tasa de paro se quedaría en el 18,3%, pero 2017 cerró el cuarto trimestre con un 16,5% de la población activa en desempleo. La tasa media anual de 2017, que es por lo que preguntaban en el panel de Funcas, se quedó en el 17,2%.

Santander, el más cercano al centro de la diana

El ejercicio de comparación de Esade permite una clasificación de aciertos (y desaciertos) año a año, pero la escuela de negocios cree más útil «conocer cuál es la desviación que, a lo largo del tiempo, obtiene una institución en sus previsiones». Por eso, la Diana Esade se construye con el desfase acumulado al predecir el crecimiento del PIB en los últimos tres ejercicios.

Así, el servicio de estudios del Santander se mantiene como el «más fiable en sus previsiones, con una desviación acumulada de 0,63 puntos» en los últimos tres años.  Por el contrario, los analistas de Cemex, con un desfase acumulado de 1,3 puntos en las tres últimas predicciones del PIB, y los de la OCDE (1,1 puntos) son los menos certeros.

Fuente: El País