Reganosa pujará por el 66 % del capital del operador del sistema de gas griego (DESFA), cuya venta está siendo gestionada por el Fondo de Desarrollo de Activos de la República Helena. Para ello, el consorcio constituido por el grupo energético español, con sede en Galicia, un socio industrial (la rumana Transgaz) y otro financiero (el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD) han presentado hoy una oferta económica y técnica vinculante.
El proceso de licitación para la adquisición parcial de DESFA está reservado para entidades que tengan la calificación europea de gestores de la red de transporte de gas (TSO por sus siglas en inglés), una condición que Reganosa cumple. El 22 de septiembre de 2017, la oferta del consorcio fue aceptada y finalmente pujara con otro consorcio en la venta.
Reganosa gestiona en España su propia terminal de GNL, la del puerto de Ferrol, y gasoductos. Además, desarrolla una actividad creciente en el mercado global. De hecho, ya tiene presencia en cuatro de los cinco continentes, proporcionando servicios de consultoría e ingeniería y operando infraestructuras, entre las que destaca la planta de regasificación en Malta, cuya gestión le fue adjudicada en 2016. Recientemente, para consolidar su modelo de expansión internacional, Reganosa conformó un grupo (Reganosa Holdco) que ahora controla todas sus sociedades.
Por su parte, Transgaz es el operador técnico del sistema nacional de transmisión de gas de Rumanía. Implementa la estrategia para la transmisión nacional e internacional de gas, despacho de gas y también para la investigación y diseño, todo ello en condiciones de eficiencia, transparencia, seguridad, acceso no discriminatorio y competitividad, en cumplimiento con las leyes y normas rumanas y de la UE aplicables en materia de calidad, rendimiento, medio ambiente y desarrollo sostenible. Entre otras infraestructuras, tiene una red de gasoductos de 13.000 kilómetros.
El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD) se fundó en 1991 para crear una nueva era tras la Guerra Fría en Europa central y oriental, avanzando hacia «economías orientadas al mercado y la promoción de la iniciativa privada y empresarial». Es propiedad de 66 países de los cinco continentes, así como de la Unión Europea y el Banco Europeo de Inversiones. Sólo en 2017, invirtió 9.700 millones de euros. En Grecia, el EBRD invertirá de manera temporal en respuesta a una solicitud de las autoridades nacionales para apoyar reformas y un retorno al crecimiento económico.
Fuente: Cinco Días