Las acciones de Renault se está disparando este jueves después de que la agencia de noticias económicas Bloomberg informase hoy de que la automovilística francesa está negociando para fusionarse con la japonesa Nissan en una sola marca. Con el tirón de la francesa, también otras marcas de coches están subiendo en las bolsas europeas. Según Bloomberg, en medio de fuertes vientos de cambio en el sector por la irrupción del coche eléctrico, las fórmulas para compartir su uso y el avance hacia el vehículo autónomo, Renault y Nissan reforzarán su alianza hasta converger en una sola empresa.

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En realidad, Renault ya posee un 43% del capital de Nissan, mientras que la japonesa es dueña del 15% del grupo francés, merced a un acuerdo alcanzado hace 20 años. Según las fuentes anónimas citadas por Bloomberg, ahora ambas marcas se fusionarían en una sola empresa, que dirigiría el brasileño Carlos Ghosn, actual presidente de ambas empresas. El gigante automovilístico resultante tendría sedes en los dos países. Entre ambos, vendieron algo más de 10 millones de coches el año pasado.

Las mayores dificultades para llevar a puerto el acuerdo vendrían por la posible oposición de ambos gobiernos, reacios a perder sus campeones industriales. El estado francés, además, es propietario del 15% de Renault. Por todo ello, las fuentes aseguran que no se ha tomado ninguna decisión sobre la fusión y que esta podría no consumarse.

Aunque no se conocen los detalles de la posible fusión, los rumores han hecho que se disparen las acciones del grupo francés, que suben más de un 4,5% (han llegado a subir más de un 8%, hasta máximos desde hace una década) en la Bolsa de París. Otras empresas automovilísticas están aprovechando el rebufo y en el mismo CAC 40 parisino, tras Renault, la que mejor comportamiento está teniendo este jueves es Peugeot, que se aprecia cerca del 3%. En la Bolsa de Fráncfort, Volkswagen (2,5%), BMW (2,2%) y Daimler-Benz (2,1%) están también entre los valores más alcistas.

De confirmarse, la fusión sería un movimiento más en un sector, el automovilístico, que vive un acelerado proceso de transformación. Las presiones ambientales, impulsadas aún más hace un par de años con el escándalo de los motores trucados de Volkswagen para enmascarar las emisiones contaminantes, y los avances tecnológicos permiten atisbar un futuro en el que pierde terreno el coche particular en favor del compartido, con una presencia masiva de coches eléctricos y, en último término, con vehículos autónomos circulando por las calles y carreteras, tecnología mediante. En ese contexto, ya se han vivido alianzas como la de la americana Chrysler con la italiana FIAT, o la compra de Volvo por la china Geely.

Fuente: El País