Acaba de presidir el Congreso Europeo del Hidrógeno celebrado recientemente en Málaga, un encuentro que buscaba poner en común tanto estrategias de empresas como políticas de países para la adopción del hidrógeno como un combustible que puede ser utilizado como alternativa al gas natural, al diésel y a la gasolina, es decir, que puede propulsar vehículos.

¿Qué se ha conseguido en este encuentro?

Ha salido muy reforzada una iniciativa española, H2C, que es un corredor que estamos desplegando en la Asociación Española del Hidrógeno (AEH) para que los vehículos puedan recorrer toda la península Ibérica.

Países como Japón tienen unas 500 hidrogeneras, nosotros solo seis. ¿Qué ocurre?

Japón, por ejemplo, ha anunciado que en los Juegos de Tokio de 2020 todos los deportistas y organizadores se van a mover en vehículos, coches o autobuses de hidrógeno. Nosotros tenemos seis hidrogeneras y las que tenemos han sido una ruina para los promotores. Se pusieron como parte de un proyecto de I+D para demostrar que en España sabíamos hacer esto. Pero, fíjese, instalar seis estaciones para dar servicio… a cero clientes. Rentable no es. ¿Qué es lo que falta aquí? Falta una estrategia. California, por ejemplo, invierte 20 millones de dólares anuales en instalar equis estaciones de servicio mediante alianzas público-privadas, un tipo de iniciativas que se podrían potenciar aquí porque los números salen. Si queremos en España que nuestros vehículos consuman hidrógeno, necesitamos una infraestructura y eso no se construye de la noche a la mañana, es cuestión de años, hay que planificarlo. Lamentablemente, no tenemos en España una estrategia energética clara que apueste por el hidrógeno, como sí la tienen Alemania, Reino Unido o países asiáticos y americanos.

Una hidrogenera cuesta medio millón de dólares, mucho más barato si lo comparas con un cargador rápido de Tesla

¿Cuánto cuesta instalar una hidrogenera?

En torno al medio millón de dólares, lo cual es tremendamente barato si lo comparas con un cargador rápido de Tesla.

¿Cuánto gastan estos vehículos?

100 kilómetros suponen un kilogramo de H2 y un kilogramo vendido al cliente cuesta menos de 8,5 euros, es decir, es más barato que la gasolina. Pero no solo eso. Es que esos 8,5 euros se los garantizo en los próximos 20 años porque utilizo renovables, que sé lo que cuestan. ¿Qué empresa nos garantizaría un precio de gasolina constante de aquí al año 2038?

Los protagonistas del congreso han sido los coches Toyota Mirai y el Hyundai Nexo. ¿Cómo han evolucionado estos vehículos?

Ya hace 20 años, cuando empecé en esto, había vehículos de hidrógeno. La diferencia entre estos y los de ahora es que ya son comerciales. Yo en California utilizo un coche de mi empresa que he comprado en un concesionario, lo cargo en la estación de enfrente y pago 300 dólares al mes de renting.

Aquí sin embargo no se comercializan.

No, porque no tenemos estaciones de servicio. Ninguna empresa va a ponerse a vender coches en España si no ve que haya una estrategia de país que apueste por el hidrógeno. Eso es lo que falta.

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¿Cuáles son las grandes ventajas de este tipo de vehículos?

Evidentemente las mismas que un coche eléctrico. A la magnífica aceleración, las no emisiones contaminantes ni de ruido y a la buena experiencia de conducción, une dos ventajas más: un tiempo de repostaje de cinco minutos para meter los 6-7 kilos de H2 en los coches más nuevos, y que por cada kilo que recargo tengo 100 kilómetros de autonomía. El Hyundai que se ha presentado en el Congreso da 700 kilómetros de autonomía. No tiene comparación. ¿Cuál es la dificultad de penetración para el usuario? Lo que llaman los científicos la ansiedad de la autonomía. Cuando vemos la batería del móvil al 20% ya nos entra un sudor frío. Eso lo eliminas porque te doy 700 kilómetros y un repostaje de cinco minutos.

Hyundai, Toyota, Honda… ¿no hay interés entre las marcas europeas en comercializar estos coches?

Claro que sí. En el congreso mundial que se celebró en Zaragoza hace dos años estuvimos conduciendo un BMW, por ejemplo. Y las europeas van a sacar en dos o tres años sus vehículos comerciales. En esa carrera nos han adelantado los asiáticos por cuestión de estrategia. Han buscado caminos alternativos a los que siguen las marcas centenarias. Hoy los híbridos ya están asumidos en nuestros garajes gracias a la estrategia de las marcas asiáticas, principalmente las mismas que están ahora introduciendo las pilas de combustible.

Esta normalidad con la que vivimos ahora, ver híbridos circulando, ¿cuándo la veremos en España con los de hidrógeno?

En Japón, Alemania o California ya se pueden comprar y circulan, y tendremos un número razonable de vehículos dentro de cinco años, pero en España… aún estamos muy verdes. Sin una estrategia, las empresas no van a invertir. No puedes pedir que pongan una estación de servicio, o a los fabricantes que vendan coches, si no vemos una apuesta clara del Gobierno por este tipo de tecnología. No hacer nada también es una estrategia. Puede ser porque no quieras asegurarte el suministro de combustible o porque no temes al efecto invernadero o al calentamiento global, o incluso por una cuestión de balanza de pagos cuando dentro de 10 años no podamos pagar el petróleo o el gas natural, o por la contaminación en las ciudades. Cada país elige sus motivos, pero seamos conscientes de que o vamos a vehículos de emisiones cero o en Madrid no se podrá ir a trabajar. Y parte de la solución son los coches eléctricos, las bicicletas y los vehículos de hidrógeno.

Fuente: Cinco Días