Banco Santander pondrá nuevos límites a los fichajes multimillonarios de ejecutivos de otras entidades. La entidad ha decidido incluir un tope máximo a los incentivos que paga a nuevos directivos para que acepten ser contratados por el grupo que preside Ana Botín.

El consejo propondrá a la junta general de accionistas fijar esos límites. La nueva medida llega tras el fallido contrato de Andrea Orcel como consejero delegado procedente de UBS, aunque, en puridad, no afecta a las compensaciones por los bonus que dejen de recibir ejecutivos procedentes de otras entidades (buy outs) sino a las bonificaciones por contratación (sign on).

El banco ha desvelado la nueva medida en el informe anual registrado esta semana en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). «Las bonificaciones por contratación sólo se podrán acordar una vez con los consejeros ejecutivos, podrán abonarse en metálico o en acciones y, en ambos casos, no superarán la retribución variable máxima que se entregó a todos los consejeros ejecutivos en el año anterior», señala dicho informe.

Aunque Santander no especifica la cifra ni detalla qué conceptos se incluyen en el cómputo (bonus devengado o liquidado, por ejemplo), en el ejercicio 2018, la remuneración variable que devengaron los tres consejeros ejecutivos ascendió a 10,4 millones de euros. En concreto, fueron tres los consejeros con bonus: Ana Botín (presidenta) recibió 4,736 millones, José Antonio Álvarez (consejero delegado) obtuvo 3,164 millones y Rodrigo Echenique (vicepresidente) recibió 2,512 millones. Del total, 6,5 millones fueron retribución variable de abono inmediato (la mitad en acciones) y 3,9 millones de pago diferido (también con un 50%) en acciones.

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La regulación de las bonificaciones por contratación (sign in) se someterá a la junta de accionistas del próximo 11 de abril. Es diferente a la figura de las compensaciones por pérdida de bonus a ejecutivos procedentes de otras entidades (buy outs). En ocasiones ambas figuras se combinan. En el caso del fichaje de Andrea Orcel, Santander no detalló si se incluían los dos componentes, pero lo que predominaba y frustró el fichaje fue sobre todo el buy out, esto es, la compensación por los bonus diferidos que iba a perder en UBS.

Santander asume que, para poder llevar a cabo un fichaje estrella, tendrá que compensarle por los bonus que el directivo deje de cobrar en su empresa actual. «Si el nuevo consejero procede de una entidad ajena a grupo Santander, éste podría ser beneficiario de un buy out que compense la pérdida de retribuciones variables que habría percibido de su entidad de origen de no haber aceptado la oferta de contratación del grupo y/o podría recibir una bonificación por contratación como incentivo para que se una al Banco Santander», señala la memoria anual de la entidad. En el caso de Andrea Orcel, UBS pretendía que Santander asumiera el pago de unos 52 millones de euros del ejecutivo por su retribución variable diferida durante siete años.

Los buy outs ya se vienen aprobando y utilizando en las últimas juntas anuales de accionistas. El banco explica que este tipo de compensación podrá ser abonada total o parcialmente en acciones, sujeta a los límites de entrega que en cada momento haya aprobado la junta general. En la junta del año pasado se aprobó un número de acciones cuyo valor no superase los 40 millones de euros para el conjunto de los fichajes que realizase el banco. Para fichar a Orcel, por tanto, no habría sido suficiente con usar todo el remanente de acciones disponibles, sino que hubira hecho falta además un pago en metálico.

Aún no se conoce el detalle de las propuestas que se someterán a votación en la junta de accionistas de abril, y por tanto cuál será el límite para el próximo año en materia de buy outs, pero el orden del día de la junta incluye votar sobre «la autorización para entregar un determinado número máximo de acciones» en el marco de las «eventuales contrataciones» en las que resulte aplicable la normativa sobre buy outs.

A ese límite de acciones a entregar para compensar los bonus que pierda un directivo se añade ahora la nueva limitación a las bonificaciones por contratación.

Fuente: Cinco Días