Las matemáticas y la compresión lectora no solo se aprenden durante la etapa escolar, sino que las tareas diarias que cada uno hace en su puesto de trabajo pueden mejorar considerablemente estas habilidades. Esta es una de las principales conclusiones de un análisis publicado hoy por el Banco de España con datos de un amplio estudio realizado por la OCDE entre 2008 y 2016 en 33 países desarrollados de todo el mundo.

“La experiencia laboral mejora las capacidades numéricas y lectoras de los trabajadores; sobre todo de aquellos con un menor nivel de formación”, indican lo autores de este informe. Y estas mejoras hacen que, en general –siempre hay excepciones–, el trabajador aumente sus probabilidades de conseguir un empleo y lograr mejores salarios.

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Para analizar cómo contribuye la experiencia laboral a mejorar la formación de los trabajadores menos cualificados, los investigadores del Banco de España han utilizado las pruebas cognitivas de cálculo numérico y de comprensión lectora hechas a unos 5.000 trabajadores en cada uno de estos trece países: Corea, Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Italia, Irlanda, Noruega, Holanda, Reino Unido, República Checa y Suecia.

Según el Banco de España, los resultados obtenidos en estas pruebas “tienen poder predictivo tanto sobre los salarios como sobre la probabilidad de empleo de los trabajadores”, incluso cuando se comparan trabajadores de niveles formativos similares. De hecho, estos expertos aseguran que, usando datos armonizados internacionalmente, se observa que los trabajadores que lograron mejores resultados que la media en la capacidad numérica tienen salarios superiores a los medios entre un 10% y un 22% y tienen también una mayor probabilidad de estar empleados.

Lo primero que se puso de manifiesto al analizar las capacidades de los trabajadores de los trece países analizados es que existen grandes diferencias entre los niveles de formación alcanzados por sus fuerzas laborales. En concreto, Italia y España encabezan los países con mayor porcentaje de trabajadores solo con estudios primarios (el 47% y 43%, respectivamente) mientras que este colectivo de empleados con estudios básicos no llega ni al 10% en Francia (3%) ni en la República Checa (6%).

Dicho esto, los investigadores constataron también que entre los distintos países se observan diferencias de conocimientos numéricos y lectores para la población con mismo nivel educativo. “Concretamente, España es uno de los que presenta peores resultados en todas sus categorías”, precisan desde el Banco de España.

Estas diferencias entre países dentro de un mismo nivel educativo han provocado que estos investigadores hayan optado por hacer el análisis haciendo pruebas de conocimientos a los trabajadores individualmente. Así, otra de las conclusiones extraídas de estas pruebas es que todos los trabajadores, independientemente de su nivel de estudios alcanzado, mejoran sus capacidades numéricas a medida que aumenta el número de años trabajados. Pero, añaden que “este incremento de las capacidades numéricas es mucho más acusado entre aquellos que tienen educación primaria que entre los de formación universitaria”.

En concreto, los diez primeros años de experiencia laboral entre los entrevistados con estudios primarios de España, Holanda o Irlanda están asociados a una mejora en las pruebas numéricas del 20%;o de incluso el 30% entre los menos formados de Suecia o Noruega. Por el contrario, las mejoras experimentadas en las habilidades numéricas de los universitarios durante los diez primeros años de trabajo son menores en todos los países y oscilan entre el 5% de Holanda y el 20% de Suecia.

Otra conclusión lógica de este estudio es que los individuos que trabajan en profesiones con una mayor especialización en cálculo numérico (como vendedores o albañiles) obtuvieron mejores resultados en las pruebas matemáticas, mientras que aquellos con profesiones que requieren tareas de comprensión lectora (como abogados o sanitarios), lograron más puntuación en la competencia de lectura.

En cualquier caso, los autores de este análisis insisten en la importancia de la adquisición de capacidades en el puesto de trabajo. Los resultados de este estudio de la OCDE precisan que un año realizando tareas laborales especializadas en contenido numérico o de comprensión lectora equivaldría a un tercio de los conocimientos que adquiriría ese trabajador en un año completo de formación reglada.

Aplicaciones del estudio

El Banco de España considera que los datos del Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de la Población Adulta (Piaac) de la OCDE podrían tener distintas utilidades.

  • Políticas públicas. Los resultados de las pruebas hechas a cerca de 5.000 trabajadores en cada país analizado podrían servir para el diseño de las políticas activas de empleo. En concreto, el trabajo de la OCDE documenta qué tareas básicas desempeñadas en el puesto de trabajo contribuyen a formar la capacidades analíticas de los trabajadores con un menor nivel de formación. Esto, en opinión del Banco de España, es importante debido al la elevada incertidumbre acerca de la efectividad de cursos de formación, no ligados a un empleo, destinados a parados con baja cualificación.
  • Desempleados. La segunda utilidad práctica de este estudio, a ojos del Banco de España, sería la de convertirse en una herramienta útil para identificar qué colectivos de parados presentan más problemas para reincorporarse al mercado laboral.

Fuente: El País