La socialdemocracia está en crisis como opción política en España y en toda Europa. Sin embargo, paradójicamente, los españoles se sienten cercanos a los valores clásicos de la socialdemocracia. Una encuesta del Instituto de Estudios Fiscales refleja que una gran mayoría es partidaria de que el Estado proporcione servicios públicos como la sanidad y la educación, que los financie a través de impuestos progresivos y rechaza de forma contundente que estas competencias sean gestionadas por la iniciativa privada. En términos generales, existe una querencia hacia lo público y una desconfianza hacia lo privado.

La vigesimosegunda edición del barómetro fiscal que ha publicado recientemente el Instituto de Estudios Fiscales indica que solo el 9% de españoles cree que sin impuestos viviría mejor. Supone el porcentaje más bajo de la serie histórica que se inicia en 1995. Y el 89% está de acuerdo con la frase de que “la Hacienda pública desempeña una función necesaria para la sociedad”.

Casi el 80% de la población encuestada opina que la iniciativa privada no debería participar ni en la gestión ni en la financiación de servicios como la sanidad, la educación, los servicios sociales, el desempleo, las infraestructuras o los transportes. La sanidad es, con diferencia, la prestación mejor valorada en la encuesta realizada por Ipsos a través de 3.000 entrevistas. Cuando se pregunta qué servicio es más adecuado a los impuestos que se pagan, el 51% responde la sanidad y un 18% opina que ninguno. La sanidad también aparece como la competencia mejor gestionada. Le sigue la educación, las infraestructuras y el transporte.

El barómetro fiscal indaga acerca de la percepción sobre el fraude fiscal y el 87% cree que ha aumentado en el último año. Esta opinión se ha extendido significativamente durante la crisis económica. En 2007, había un empate entre los que creían que la evasión había aumentado y los que aseguraban que se había reducido. La crisis económica ha elevado la percepción de que hay más engaños a la Hacienda pública.

¿Y quienes son los que más defraudan? El estudio destaca que más de la mitad opina que los bancos y la clase política son los colectivos que más defraudan al Estado. Por perfil laboral, el 80% de los encuestados cita a los empresarios como los que más engañan a Hacienda, seguido por los profesionales liberales, los autónomos y los rentistas. Agricultores y asalariados son los que menos engañan, según la opinión pública, al fisco.

Resulta curioso observar como varía la percepción en función del perfil del encuestado. Por ejemplo, los empresarios opinan que el colectivo que más defrauda son los inactivos. Subyace así la idea de que muchos desempleados trabajan en la economía sumergida. En segundo lugar, los empresarios opinan que los mayores defraudadores son los asalariados. Aunque también hay cierta autocrítica y dos terceras partes del grupo de empresarios opina que su colectivo también está entre los que más evaden.

El 71% opina que no se puede justificar el fraude fiscal y un 20% matiza que hay circunstancias en la vida personal o de una empresa que justifican una cierta evasión para salir adelante. Los más jóvenes son los que tienden a justificar más el fraude.

Fuente: El País