Cada vez más, un contrato indefinido no es sinónimo de un empleo estable. El año pasado se firmaron en España 2,3 millones de este tipo de contratos, pero al acabar el año, solo 1,4 millones seguían vigentes, según un estudio del gabinete económico de CC OO publicado ayer. Esto supone que un 37% se rescindieron por el camino. El porcentaje aumenta hasta el 50% si se llega a los dos años.

Los cálculos de los economistas del sindicato, que llevan varios años siguiendo este fenómeno, indican que para que se cree un puesto de trabajo fijo se tienen que firmar 1,6 contratos indefinidos. Esta ratio era más baja hace una década: en 2018 se rubricaban 1,2 y un año después 1,1.

En su análisis, el equipo que dirige Carlos Martín, liga esta tendencia con la reforma laboral. De hecho, en los años precedentes a este cambio del Estatuto de los Trabajadores la ratio se mantenía en 1,1 o 1,2. A partir de 2013 este índice salta a 1,4 y, desde entonces, no ha dejado de crecer. “La probabilidad de que un contrato indefinido se traduzca en un empleo estable cada vez es menor, y es a partir de 2012 cuando se produce este deterioro del contrato indefinido como forma de acceso a un empleo indefinido. Antes de la entrada en vigor de la reforma laboral de 2012, la inmensa mayoría —en torno al 88%— de las contrataciones indefinidas de un año se mantenían al finalizar el año”, analiza el informe. Uno de los debates abiertos en las últimas semanas, ante el adelanto electoral, es si el Gobierno cambia puntos significativos de la reforma laboral.

Entre los datos que recoge el documento, se observa como crece el número total de contratos indefinidos que no se convierten en un trabajo fijo. En los primeros años de la crisis, esta cifra cayó por debajo de los 200.00. Esta cifra también está ligada al hundimiento de contrataciones que llegó con la recesión. No obstante, cuando España ha comenzado a crecer y ha repuntado la contratación, también ha aumentado mucho la precariedad y la inestabilidad. Y eso se aprecia en que 854.638 contratos en teoría indefinidos no llegaron a convertirse en eso realmente.

En sus últimás páginas, el documento resume lo sucedido desde hace siete años. “Entre 2012 y 2018 se han firmado 11 millones de contratos indefinidos, de los que 3,4 millones ni siquiera llegaron a alcanzar el año de duración y solo 7,6 millones superaron, al menos, un año de vida”, concluye.

Fuente: El País