El supervisor financiero de Suiza (FINMA) ha publicado una guía donde establece cómo espera aplicar la legislación del mercado financiero a las operaciones empresariales con criptomonedas. Así, someterá las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO) a la regulación sobre blanqueo de dinero y del mercado de valores. Esto representa un paso más en su camino de convertirse en un país referente a nivel mundial en tecnología blockchain, después de que el mes pasado el ministro de Economía de Suiza, Johann Schneider-Ammann, dijera que quieren convertirse en la «cripto-nación».

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Las ICOS son ofertas a medio camino entre el crowd-funding y una salida a Bolsa, pero siempre usando la tecnología blockchain, aquella que ha permitido la expansión de las criptomonedas como el Bitcoin. Así, los que invierten en una ICO no se convierten en accionistas tradicionales, sino que a cambio de su dinero reciben tokens o una moneda digital creada a tal efecto. Estos tokens pueden servir para adquirir los bienes o servicios que la compañía en cuestión va a ofrecer, pero también se pueden usar como una moneda fácilmente intercambiable.

El FINMA ha defendido la publicación de la guía asegurando que es importante «crear transparencia» en estos momentos «debido a la dinamicidad del mercado y los altos niveles de demanda». «Hemos visto un gran incremento en el número de ICOs planeados y realizados en Suiza y un aumento correspondiente en el número de preguntas sobre la aplicación de la regulación», ha comentado el regulador.

Actualmente no existe una regulación específica sobre las ICOs. Es por ello por lo que los ministros de finanzas y los responsables de los bancos centrales de Francia y Alemania quieren que el G20 que se celebra en marzo sirva para poner luz y normas sobre las criptomonedas. En una carta enviada al presidente de la reunión, han pedido que se analicen las implicaciones de las divisas virtuales para avanzar en una regulación transfronteriza.

El FINMA ha explicado que quiere regular estas operaciones para evitar el blanqueo y hacer operaciones de manera segura, dos de las principales reservas que tienen organismos como el Banco de España, la CNMV, varios bancos y países como Alemania o China (que ha prohibido las ICO) sobre las criptomonedas, por riesgo de fraude y su utilización para realizar operaciones ilegales. Sin embargo, llama la atención que lo regule Suiza, un país criticado por el secretismo bancario. Tanto es así que recientemente el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, comparó al Bitcoin con la «cuenta bancaria suiza», anunciando que podría tratarse como una cuenta extraterritorial para el lavado de dinero.

El organismo suizo considera que una sola regulación no puede ser aplicable a todas las ofertas, sino que dependerá de la forma en que estas estén diseñadas. Además, ha establecido en la guía tres categorías de tokens basadas en la función económica y el propósito de cada uno. Los tokens de pago funcionan como un medio de abono y no están enlazados a ningún proyecto. Estos deberán cumplir con las normas contra el blanqueo de dinero y no se tratarán como valores. La ley contra el blanqueo establece, entre otros requisitos, la necesidad de identificar a los beneficiarios para proteger al sistema de delitos de «lavado» y financiación del terrorismo.

Los tokens de utilidad son aquellos destinados a proporcionar un acceso digital a una aplicación o servicio y no se calificarán como valores en caso de conferir derechos de acceso digital, a excepción de que funcionen única o parcialmente como una inversión en términos económicos. Por último, los de activos representan un activo tal como una acción, un bono o derivados y se considerarán valores, por lo que deberán someterse a los requisitos de la ley de valores y de derecho civil. Esta ley busca garantizar que los participantes en el mercado puedan basar sus decisiones sobre inversión en un conjunto mínimo de información fiable, con una información de precios eficiente para que el comercio sea justo.

FINMA ha aclarado que reconoce «el potencial innovador de la tecnología del blockchain» y que por ello «apoya» al grupo creado por el gobierno suizo, en el que explica, está participando. «Transparencia sobre el subyacente borrador de leyes civiles será un factor decisivo en establecer esta tecnología de manera sostenible y exitosa en Suiza», ha concluido el organismo regulador.

Fuente: El País