El consejo de administración de Telefónica ha propuesto a la junta de accionistas la aprobación de un Plan de Incentivo a Largo Plazo consistente en la entrega de acciones de la compañía a directivos del grupo.

En un hecho relevante remitido a la CNMV, la operadora explica que el importe máximo total destinado al Plan se fija en la cantidad de 250 millones de euros. El importe máximo destinado a cada uno de los ciclos del Plan será determinado cada año por el Consejo de Administración, previo informe de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno.

En el orden del día de la junta de accionistas, la empresa señala que el grupo de potenciales partícipes está compuesto por, aproximadamente, 1.050 directivos del grupo Telefónica, sin perjuicio de que puedan sumarse al Plan nuevos partícipes.

El Plan tendrá una duración total de cinco años y se dividirá en tres ciclos de tres años de duración cada uno de ello. El primer ciclo se considerará iniciado desde el 1 de enero de 2018 (con entrega de las acciones que correspondan en el año 2021), el segundo ciclo se iniciará el 1 de enero de 2019 (con entrega de las acciones que correspondan en el año 2022) y el tercero el 1 de enero de 2020 (con entrega de las acciones que correspondan en 2023).

Para el primer ciclo del Plan, tomando en consideración el precio medio ponderado de cotización de la acción de Telefónica en los 30 días hábiles bursátiles anteriores al 1 de enero de 2018 y la retribución anual fija de los consejeros ejecutivos vigente en 2018, dicho número máximo de títulos equivale, para el Presidente Ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, a 568.077 acciones y para el consejero delegado, Ángel Vilá, a 472.634 acciones.

En la junta de accionistas, que se celebrará el 8 de junio, también se votará el pago de un dividendo en efectivo con cargo a reservas de libre disposición, de 0,40 euros, pagadera en dos tramos. El primer pago de 0,20 euros en efectivo por acción se realizará el día 15 de junio de 2018, y el segundo el 20 de diciembre de 2018.

Fuente: Cinco Días